Un grave incidente de contaminación alimentaria ha conmocionado a China, tras el hospitalización de más de 200 niños por consumir alimentos con plomo en un jardín de infancia privado en Tianshui, Gansu. De los 251 menores evaluados, al menos 233 mostraron niveles elevadísimos de plomo en sangre.
Los menores que aún permanecen en el hospital han despertado un fuerte interés mediático a nivel nacional. Según indagaciones de las autoridades, el personal de cocina del jardín infantil Peixin utilizó pigmentos no aptos para la alimentación, comprados por internet, para decorar bollos y pasteles destinados a los pequeños.
Las pruebas de laboratorio indicaron que ciertos productos contenían hasta 2000 veces más plomo del permitido por la normativa en el país. Imágenes de cámaras de seguridad evidencian que los cocineros mezclaban un polvo amarillo con harina, buscando atraer a nuevos alumnos con su oferta de comida colorida.
Hasta ahora, han sido detenidas ocho personas, incluyendo al director del jardín y un inversionista. Este escándalo ha suscitado críticas no solo por la negligencia del establecimiento, sino también por la respuesta de las autoridades locales. Desde que surgieron los primeros reportes de intoxicación el 1 de julio, muchos padres se quejaron de que las clínicas en Tianshui se negaban a realizar los exámenes necesarios. Esto obligó a varias familias a recorrer más de 300 kilómetros a Xi’an en busca de diagnósticos.
El jardín infantil Peixin inició actividades en agosto de 2022, después de obtener su certificación en junio. Este caso reaviva la preocupación sobre la seguridad alimentaria en China, en un contexto donde han ocurrido escándalos previos, como el de la leche contaminada con melamina.
No es la primera vez que Tianshui vive una crisis relacionada con plomo. En 2006, más de 200 personas presentaron niveles elevados de este metal, en un incidente vinculado a vertidos ilegales de una fundición cercana; sin embargo, la causa nunca fue confirmada oficialmente.
DCN/Agencias