La reunión de los líderes del grupo BRICS, realizada el 6 de julio en Río de Janeiro, culminó con la emisión de una declaración que subraya la defensa del multilateralismo y condena el uso de guerras, sanciones y aranceles como herramientas políticas.
El documento expresa preocupación por los conflictos actuales y la polarización del orden internacional, proponiendo un enfoque multilateral que respete las diversas perspectivas nacionales en temas globales. Los firmantes instan a la comunidad internacional a abordar estos desafíos y a prevenir conflictos tratando sus causas profundas.
La Declaración de Río de Janeiro también menciona el aumento en el gasto militar, haciendo referencia al anuncio de la OTAN sobre destinar el 5% del PIB a defensa, sin mencionar a Estados Unidos. Tampoco se hace alusión a Washington en relación a los ataques sobre Irán ni a las instalaciones nucleares pacíficas.
Los BRICS reiteran su apoyo a las iniciativas diplomáticas, pidiendo al Consejo de Seguridad de la ONU que se ocupe de estos asuntos, y condenan las violaciones del Derecho Internacional Humanitario durante la ofensiva militar israelí en Gaza, incluyendo el uso del hambre como táctica de guerra. En este sentido, instan a un alto el fuego inmediato, la retirada de fuerzas israelíes y el acceso a ayuda humanitaria en los territorios ocupados.
En el ámbito económico, el comunicado menciona al Nuevo Banco de Desarrollo, posicionándolo como un agente clave para el desarrollo del sur global y sugiere la creación de un nuevo sistema de pagos internacional. Sin embargo, la creación de una moneda única o el abandono del dólar no son parte de la declaración.
Los BRICS también condenan las sanciones unilaterales que van en contra del derecho internacional y sus consecuencias negativas, enfatizando que ninguno de sus miembros impone sanciones no autorizadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Finalmente, se hace un llamado a gestionar de manera multilateral las regulaciones sobre inteligencia artificial y cambio climático, proponiendo medidas de financiamiento para países en desarrollo. Sin embargo, se reconoce que los combustibles fósiles siguen teniendo un papel relevante en la matriz energética global, especialmente en economías emergentes.
DCN/Agencias