El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha iniciado el lanzamiento de asistencia alimentaria de emergencia desde el aire para miles de familias en el estado del Alto Nilo, Sudán del Sur, donde el conflicto ha obligado a muchas a abandonar sus hogares, llevando a algunas comunidades al límite de la hambruna. Esta es la primera intervención del PMA en más de cuatro meses, beneficiando a más de 40.000 personas que enfrentan una crisis alimentaria en áreas remotas de los condados de Nasir y Ulang, accesibles solo por vía aérea.
Más de un millón de personas en el Alto Nilo padecen hambre aguda, con más de 32.000 experimentando niveles catastróficos de hambre, según la ONU. Esta cifra se ha triplicado desde el inicio del conflicto armado en marzo, evento que ha impulsado desplazamientos masivos, incluso hacia Etiopía, donde el PMA asiste a unas 50.000 personas que han huido en busca de alimento y seguridad.
Mary-Ellen McGroarty, directora del PMA en Sudán del Sur, destacó la conexión entre el conflicto y la crisis alimentaria en el Alto Nilo. Resaltó la necesidad urgente de incrementar la asistencia para evitar una hambruna generalizada en los condados de Nasir y Ulang, indicando que el PMA busca alcanzar a 470.000 personas en la región durante la temporada de escasez, que se extiende hasta agosto. Sin embargo, los combates y las limitaciones logísticas han complicado los esfuerzos, permitiendo que hasta ahora solo hayan llegado a 300.000 personas este año.
El comunicado enfatiza que es urgente reabrir las principales rutas fluviales hacia el estado para garantizar la asistencia humanitaria continua, ya que estas son cruciales para acceder a áreas amplias del Alto Nilo y el norte de Jonglei. Desde mediados de abril, estas rutas han estado bloqueadas por los enfrentamientos activos. El PMA cuenta con 1.500 toneladas métricas de alimentos listas para ser transportadas en cuanto las vías fluviales se reactiven.
DCN/Agencias