Decenas de miles de libros centenarios están siendo retirados de la Archiabadía de Pannonhalma, un monasterio benedictino de mil años de antigüedad en Hungría, como parte de una operación para combatir una infestación de insectos que amenaza con dañar su valiosa colección.
Los restauradores han comenzado la tarea de sacar a mano alrededor de 100.000 libros encuadernados de sus estantes, colocándolos en cajas como parte de un proceso de desinfección. Esta infestación se ha atribuido principalmente al gorgojo del pan, un insecto que se siente atraído por los adhesivos utilizados en la encuadernación de libros, además de su presencia común en alimentos secos.
La situación fue detectada durante una limpieza rutinaria, cuando el personal notó un polvo inusual en los estantes y agujeros indicativos de la actividad de los escarabajos en los lomos de los libros. Zsófia Edit Hajdu, restauradora principal, mencionó que nunca antes habían enfrentado un problema de esta magnitud en la biblioteca.
La abadía, reconocida como Patrimonio Mundial por la Unesco, alberga la colección de libros más antigua de Hungría, que incluye 19 códices, entre ellos una Biblia completa del siglo XIII. Además, cuenta con manuscritos previos a la invención de la imprenta en el siglo XV y miles de libros del siglo XVI. Aunque las obras más antiguas se almacenan de forma segura y no han sido afectadas, cualquier daño representa una pérdida significativa del patrimonio cultural.
Para eliminar los gorgojos, los libros están siendo colocados en bolsas de plástico selladas para eliminar el oxígeno. Este proceso durará seis semanas, tras lo cual cada libro será inspeccionado y aspirado. Los que presenten daños serán reservados para restauraciones futuras.
Ilona Ásványi, directora de la biblioteca, destacó la importancia histórica de la colección, recordando que la abadía ha sido un centro cultural relevante en Europa Central durante más de mil años. Además, se considera que el cambio climático ha contribuido a esta infestación, ya que temperaturas más altas permiten a los insectos desarrollarse más rápidamente. La directora expresó la responsabilidad que sienten por preservar este legado, conforme a las enseñanzas de la Regla de San Benito, que establece que todos los bienes del monasterio son de igual valor.
DCN/Agencias