Desde 2020, los duques de Sussex, Harry y Meghan Markle, han tenido que prescindir de al menos 25 miembros de su equipo, según informaciones de Page Six. La pareja, actualmente residenciada en Montecito, California, ha tomado estas decisiones en medio de la presión de mantener su estilo de vida lujoso, que implica gastos anuales que rondan los dos millones de dólares.
Recientes fuentes revelaron que, además de un equipo de comunicaciones, en junio despidieron a seis empleados, incluyendo a dos de sus representantes más cercanos. Al parecer, este flujo constante de pérdidas de personal es parte de un patrón preocupante: "Se deshacen de su equipo tan rápido como uno gasta papel higiénico", comentó un allegado a la pareja, enfatizando la inestabilidad en su gestión laboral.
A pesar de un acuerdo con Netflix que, si bien se dice que podría ser de hasta 100 millones de dólares, se estima que en realidad está más cerca de los 20 millones, este también llegaría a su fin este año. Este contexto añade presión financiera a la pareja, que busca ajustar sus gastos.
Entre los despedidos más recientes figuran Kyle Boulia, quien era el subsecretario de prensa en Los Ángeles, y Charlie Gipson, director de comunicaciones en Europa. También se mencionan la salida de Deesha Tank, exdirectora de comunicaciones de Archewell, y Lianne Cashin, quien lideraba las operaciones de la misma fundación. Además, se reportó que un asistente personal y un representante de Markle también dejaron sus puestos.
La situación actual plantea interrogantes sobre la estabilidad y el futuro financiero de la pareja, que sigue en la mira del público y la prensa. ¿Podrán mantener su estilo de vida en un entorno donde los despidos parecen ser la norma? Solo el tiempo lo dirá.
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DCN/Agencias