Un informe del Pew Research Center reveló un cambio significativo en las relaciones adultas: casi uno de cada cuatro adultos solteros podría no formar una pareja a lo largo de su vida. Esta afirmación, apoyada en años de datos censales, indica una transformación profunda en las dinámicas sociales, emocionales y económicas.
La soltería ha dejado de ser vista exclusivamente como signo de soledad o falta de oportunidades. El estudio subraya que, en comparación con hace tres décadas, encontrar pareja se ha vuelto más complicado, y las repercusiones de esta realidad van más allá de lo emocional.
Entre 1990 y 2019, la proporción de adultos solteros de 25 a 54 años en Estados Unidos creció casi un 10%, fenómeno que representa a millones que optan por vivir sin una pareja estable. Asimismo, el número de personas que nunca se casaron ha aumentado del 17% al 33% en este período.
Este aumento no solo refleja elecciones individuales, sino también condiciones estructurales como cambios en el mercado laboral, transformaciones culturales y un mayor acceso a la educación, que han promovido estilos de vida diferentes al matrimonio.
El estudio también mencionó que la vida en soledad no significa necesariamente insatisfacción. Por el contrario, muchos solteros desarrollan una mayor autoconciencia y mantienen redes sociales amplias. Sin embargo, enfrentan obstáculos económicos y sociales.
Los adultos solteros, en comparación con los casados, presentan indicadores económicos desfavorables, como:
Particularmente, el 31% de los hombres solteros viven con sus padres, comparado con el 24% de las mujeres.
El informe también concluye que los solteros prolongados tienden a tener peores indicadores de salud física y mental. No necesariamente la soltería causa problemas de salud, sino que la falta de redes de apoyo puede generar efectos negativos con el tiempo, como mayor estrés y menos atención médica.
Estar en pareja no solo implica ventajas económicas, sino que también actúa como un factor protector para la salud. Contar con un apoyo emocional y compartir responsabilidades puede mejorar el bienestar general.
Aunque el informe se centra en Estados Unidos, el fenómeno también se observa en varias ciudades de América Latina. Cada vez más jóvenes posponen o renuncian al matrimonio. Factores como la crisis económica y la búsqueda de autonomía han influido en estas decisiones.
El Pew Research Center, conocido por su análisis de tendencias sociales, sigue iluminando estos cambios a nivel global.
DCN/Agencias