EE.UU. y Colombia convocan a sus embajadores en medio de crecientes tensiones entre Trump y Petro
Este jueves 3 de julio, el Departamento de Estado de Estados Unidos llamó a consultas a su encargado de negocios interino en la Embajada de Bogotá, John T. McNamara. La decisión fue tomada por una serie de «declaraciones infundadas y reprobables de las más altas instancias del Gobierno de Colombia».
El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que, además de retirar a McNamara, Estados Unidos adoptará otras medidas para manifestar su «profunda preocupación» respecto al estado actual de las relaciones bilaterales. Rubio subrayó que, a pesar de las diferencias políticas con el gobierno colombiano, Colombia sigue siendo un socio estratégico esencial. También reiteró el interés de Washington en «cooperar estrechamente» en áreas como «seguridad y estabilidad regional».
En respuesta, el presidente colombiano, Gustavo Petro, convocó a su embajador en Washington, Daniel García Peña, para que le informe sobre el desarrollo de la agenda bilateral, la cual, según un mensaje en su cuenta de X, consta de siete puntos. Petro solicitó información sobre varios temas, incluidas las relaciones en el ámbito ambiental, la inmigración, la lucha contra el narcotráfico y los esfuerzos para abordar la crisis en Venezuela, Cuba y Haití.
Las relaciones entre Estados Unidos y Colombia han atravesado tensiones desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero. En ese mismo mes, surgió una crisis debido a la negativa de Petro a permitir el aterrizaje de dos aviones que transportaban a 160 colombianos deportados, lo que desagradó a Washington.
En represalia, Trump implementó nuevas tasas comerciales, revocó visados y reforzó los controles migratorios desde Colombia. El comunicado del Departamento de Estado no especificó qué comentarios resultaron problemáticos, aunque recientemente Petro criticó un centro de detención establecido en Florida, en medio de los Everglades.
DCN/Agencias