Claves sencillas para descubrir la felicidad en un mundo abarrotado de responsabilidades
La búsqueda de la felicidad y el bienestar en la vida diaria se ha vuelto un reto para muchos venezolanos que, a pesar de tener logros en sus trabajos y familias, sienten que los momentos de alegría son escasos y transitorios.
Un análisis de Harvard Business Review indica que la cultura de la «ocupación» y la falta de tiempo libre han cambiado la forma en que se percibe el éxito, relegando el disfrute personal a un segundo plano. Según Sarah Rasmi, psicóloga y directora del Centro de Bienestar Thrive en Dubái, una agenda llena es vista como un símbolo de riqueza y estatus. Quienes más horas dedican al trabajo son considerados más importantes, a pesar de estar menos felices.
Esta tendencia está respaldada por un estudio que muestra que las personas que se consideran «ocupadas» son vistas como más determinadas, aunque menos satisfechas. Muchos optan por transmitir una imagen de constante actividad, priorizando así la percepción de éxito sobre su bienestar personal. Rasmi señala que esta cultura puede llevar al agotamiento, ansiedad y depresión.
Un estudio de Harvard Business School analizó a 1.500 profesionales con responsabilidades familiares y mostró que, en promedio, dedican 50 horas a la semana al trabajo y 12 horas a otras actividades. Después de descontar el tiempo para dormir y otras necesidades diarias, solo quedan 26 horas a la semana para disfrutar de actividades recreativas. Aunque la mayoría encuentra más felicidad en su tiempo libre, se destaca que no es la cantidad de horas, sino cómo se utilizan, lo que marca la diferencia en la satisfacción.
Existen estrategias científicas para incrementar la alegría en el poco tiempo libre disponible. Un estudio sobre desarrollo adulto concluyó que las relaciones significativas son el mejor predictor de satisfacción vital. Compartir actividades con familiares y amigos amplifica la felicidad y la sensación de pertenencia.
Por el contrario, el ocio pasivo como ver televisión tras largas jornadas puede resultar menos satisfactorio. Estudios indican que la actividad física está relacionada con un mejor estado de ánimo y mayor satisfacción general. Además, seleccionar actividades que resuenen con los propios valores aumenta el bienestar.
Un ejemplo de intervención breve es el Big Joy Project de la Universidad de California, que llevó a cabo acciones sencillas para aumentar el bienestar. Los alrededor de 17.600 participantes reportaron mayores niveles de felicidad y menos estrés tras estas prácticas.
En conclusión, el enfoque en la calidad y gestión del tiempo, así como el cultivo de relaciones significativas, podría ayudar a mejorar la felicidad en la vida cotidiana.
DCN/Agencias