Bitcoin cerró el primer semestre de 2025 con un aumento del 12%, impulsado por el crecimiento de los ETFs al contado y una mayor demanda institucional. En contraste, Ether cayó un 26%, finalizando el periodo en 2.421 dólares, marcando una clara desconexión con el optimismo de su rival más fuerte.
La criptomoneda más destacada del mercado alcanzó casi 106.000 dólares al cierre de junio y superó los 112.000 en los primeros días de julio. Este auge provocó la liquidación de posiciones cortas por más de 762 millones de dólares en un plazo de 12 horas, según información del mercado de derivados. Además, se registró un interés abierto por opciones de compra con precios que oscilaban entre 115.000 y 150.000 dólares, sugiriendo un optimismo creciente para el segundo semestre.
El crecimiento también fue impulsado por el interés institucional en los ETFs de Bitcoin, liderados por BlackRock, que acumularon más de 39.000 millones de dólares en activos, con flujos netos positivos de 1.800 millones entre abril y mayo. La idea de Bitcoin como refugio ante posibles recortes de tasas de la Reserva Federal contribuyó a consolidarlo como una reserva digital.
Por el lado de Ether, la falta de desencadenantes visibles, como la aprobación de un ETF, afectó la confianza de los inversionistas. Esta desconexión con Bitcoin dejó a Ether con uno de los desempeños más débiles del año entre las criptomonedas principales.
En el caso de las altcoins, XRP bajó un 4,8%, mientras que Solana experimentó una caída del 23,7%, aunque mantuvo cierta actividad por el interés en plataformas de memecoins. Las expectativas para el segundo semestre están centradas en la política monetaria de EE.UU., el interés por los ETFs y la evolución regulatoria. Algunos analistas prevén que Bitcoin podría alcanzar entre 125.000 y 140.000 dólares, mientras que el futuro de Ether parece más incierto, dependiendo de una posible aprobación de su ETF al contado.
DCN/Agencias