La creciente tensión en Medio Oriente y los temores por la inflación en Estados Unidos han llevado a algunos actores de Wall Street a adoptar una postura más cauta, cuestionando si el mercado de valores podrá mantener su reciente impulso positivo.
El índice S&P 500 subió el lunes gracias a la expectativa de que el conflicto entre Irán e Israel no se intensifique en una guerra mayor. Sin embargo, JPMorgan Chase & Co. decidió retirar su perspectiva optimista, señalando mayores riesgos y una posible corrección.
A pesar de que el mercado ha aumentado un 21% desde su mínimo en abril, ciertos indicadores indican que este impulso enfrenta desafíos. Durante el último mes, el S&P 500 ha oscilado cerca de los 6.000 puntos, mientras que el índice VIX, conocido como el «barómetro del miedo», se mantiene alrededor de 20, reflejando la cautela de los inversores ante los riesgos geopolíticos y económicos.
Andrew Tyler, de JPMorgan, comentó que a pesar de la tendencia de compra en momentos de caída, es un buen momento para reducir la exposición al riesgo. Tyler subrayó que el mercado se estaba ajustando ante la posibilidad de un retroceso, independientemente de la situación entre Israel e Irán.
Desde Miller Tabak + Co., el estratega Matt Maley también advirtió que los riesgos a la baja pueden superar el potencial alcista, debido a la desaceleración económica y la caída en las previsiones de ganancias.
El conflicto en Medio Oriente añade otra capa de dificultad al mercado estadounidense, que aún enfrenta tensiones comerciales con China. La Reserva Federal ha indicado que no tiene prisa por recortar tasas de interés, lo que genera más presión sobre las decisiones de inversión.
Se espera que los gestores de fondos busquen proteger ganancias a corto plazo, lo que podría incrementar la volatilidad. Los inversores continúan pendientes del desarrollo del conflicto y las decisiones de la Reserva Federal, factores clave para determinar el futuro del mercado.
DCN/Agencias