La cantante e “influencer” brasileña Ana Bárbara Buhr Buldrini, de 31 años, falleció el pasado domingo en Estambul, Turquía, tras someterse a diversos procedimientos estéticos. La artista, quien residía en Mozambique con su esposo, Elgar Sueia, decidió viajar a Turquía para realizarse una rinoplastia, liposucción y un aumento de senos en el Tusa Hospital.
Según Sueia, Ana había llegado a un acuerdo comercial con el hospital, que le ofreció los procedimientos sin costo a cambio de promover sus servicios. Sin embargo, su situación se tornó grave tras la cirugía; sufrió un paro cardíaco que le costó la vida, sorprendiendo a su familia y seguidores.
Sueia relató que, contrariamente a lo planeado, su esposa fue llevada al quirófano antes de lo previsto. Además, mencionó que Ana había comido antes de la cirugía, a pesar de que se requería un ayuno prolongado. En la noche previa, ambos asistieron a una fiesta junto al cirujano, quien les aseguró que no habría inconvenientes por adelantar la operación.
El esposo expresó que a medida que esperaba noticias, notó actitudes “extrañas” del equipo médico. Alrededor de las 23:00 horas, fue informado de que Ana estaba inconsciente, aunque el personal le aseguró que despertaría. Sin embargo, al buscar más información, se le comunicó que el corazón de su esposa latía lentamente y luego que había fallecido.
Según un comunicado del hospital, Ana sufrió una “complicación inesperada” durante la recuperación, presentando fibrilación ventricular, lo que provocó el paro cardíaco. A pesar de los intentos por reanimarla durante más de 90 minutos, no fue posible salvarla.
El hospital indicó que la operación se realizó bajo condiciones normales y que Ana firmó todos los documentos necesarios; sin embargo, la paciente fue registrada como cirugía dental, generando confusión sobre el tipo de atención recibida. Se han iniciado investigaciones para esclarecer las causas de su muerte, y la clínica colabora con las autoridades turcas.
La muerte de Ana Bárbara ha suscitado controversia en torno al Tusa Hospital, que ya ha enfrentado críticas por otros incidentes similares y que recientemente cambió su nombre. Tras el incidente, la Policía turca detuvo a los médicos involucrados, pero fueron liberados tras explicar su versión. Los familiares de la “influencer” han denunciado un caso de negligencia médica y buscan justicia.
DCN/Agencias