En un contexto mundial marcado por la inestabilidad y tensiones geopolíticas, los analistas económicos en Argentina se centran en tres elementos fundamentales: la acumulación de reservas del Banco Central (BCRA), el cumplimiento de las metas establecidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la crisis política interna provocada por la condena de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por malversación de fondos.
La empresa MSCI ha decidido mantener a Argentina en la categoría «standalone», decepcionando las expectativas de que las reformas del presidente Javier Milei llevarían al país a ser clasificado como mercado de frontera o emergente. Esto afecta la disposición de los inversores extranjeros, quienes siguen observando con atención la vulnerabilidad institucional y macroeconómica.
En este contexto, las elecciones legislativas de octubre, marcadas por divisiones en el peronismo tras la detención de Fernández, se perciben como un examen político crucial. El gobierno intenta sostener su programa financiero sin recurrir a desembolsos del FMI para cumplir con las obligaciones de deuda de julio.
La consultora EcoGo resaltó que la semana estuvo marcada por decisiones de la Corte Suprema y ajustes económicos para asegurar liquidez en pesos y dólares. El economista Gustavo Ber destacó que la acumulación de reservas es crucial para el mercado, añadiendo que un colchón más robusto podría reducir el riesgo país.
Como parte de las estrategias, se menciona el “Plan de Reparación Histórica de los ahorros de los Argentinos”, que busca regularizar hasta USD 16.000 millones en ahorros no declarados. Sin embargo, algunos economistas advierten sobre los costos de esta estrategia, señalando que la acumulación de reservas podría depender de la emisión monetaria o deuda remunerada.
En el ámbito fiscal, los analistas coinciden en que los números aún no son favorables, con la necesidad de ajustes para cumplir con la meta del 1,6% del PIB. A pesar de esto, Delphos Investment afirmó que las variables macro no muestran señales alarmantes, lo que podría facilitar una mayor toma de riesgos por los inversores.
DCN/Agencias