La japonesa Saki Terada fue rescatada el miércoles en el nevado de Huascarán, Perú, y presenta un cuadro de deshidratación moderada a severa, así como signos de isquemia. Esto fue informado el viernes por el director de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Áncash, Ricardo Natividad Collas.
Collas indicó que Terada muestra coloración negruzca azulada en los dedos, lo que podría ser un signo de compromiso vascular debido a las bajas temperaturas. La montañista estaba expuesta a temperaturas extremas, de hasta menos 30 grados, circunstancia que causó la muerte de su compañera de viaje, Chiaki Inada, por hipotermia.
Ambas montañistas se encontraban a más de 6,400 metros de altura cuando enviaron una señal de alerta a través de un sistema satelital conectado a una base en Estados Unidos. Esta señal fue recibida por la Asociación de Guías de Montaña del Perú (AGMP) en Huaraz, solicitando ayuda para su rescate.
El equipo de guías encontró a Terada con síntomas de mal de altura y señales de hipotermia; su compañera ya había fallecido. Terada fue trasladada a un centro de salud en Caraz, mientras que el cuerpo de Inada permanece en el campamento base del nevado por las condiciones climáticas adversas.
La operación de rescate fue llevada a cabo por un equipo de la Policía Nacional, con apoyo de la AGMP, y fue calificada de «alta complejidad» por Antonio Loreño Beltrán, jefe de la Región Policial de Áncash. En este momento, los equipos de rescate trabajan en la recuperación del cuerpo de la montañista fallecida.
Este incidente ocurrió tres días después de que la AGMP encontrara los cuerpos de tres montañistas desaparecidos en el nevado de Artesonraju, identificados como el brasileño Edson Vandeira y los peruanos Hommer Pretel y Jesús Picón, quienes, al parecer, fueron sorprendidos por una avalancha.
DCN/Agencias