¡Impactante revelación! Una fanática de Alejandro Sanz confiesa sentirse ‘sucia’ tras años de encuentros secretos

Ivet Playà: “Me siento utilizada” tras relación con Alejandro Sanz

Ivet Playà, ferviente admiradora de Alejandro Sanz, ha alzado la voz en un conmovedor video en TikTok, donde revela cómo se sintió “utilizada” después de mantener una relación íntima con el famoso cantante. Comenzó relatando su historia: “Soy Ivet y estoy aquí para contar mi verdad, por la niña que fui y la mujer que soy ahora".

La relación inició en 2015, cuando la joven, entonces una fanática de apenas 18 años, comenzó a interactuar con el músico a través de redes sociales. “Alucinaba al recibir mensajes de alguien tan querido. Él comentaba mis fotos y eso me hizo sentir especial”, recordó.

Sin embargo, Ivet siente que Sanz nunca vio su verdadero valor. “Era solo una niña que trabajaba para seguirlo por todo España. Asistí a diez conciertos en un mes y medio”, confesó, añadiendo que la dinámica de su relación fue compleja, llena de encuentros esporádicos durante años.

La situación se tornó más intensa al mudarse a Madrid, impulsada por una oferta laboral del propio Sanz. “Dejé mi hogar en Barcelona, pero mis conversaciones eran espiadas. Sentía que no tenía nada que ocultar”, expresó.

Dijo también que su vínculo se tornó íntimo, pero eso no la libró de sentimientos de traición: “Me siento engañada y humillada. Jugó con mis sueños”. A pesar de su intimidad, la experiencia se convirtió en una “pesadilla”, un anhelo quebrado por la realidad.

Se cuestionó cómo el cantante trata a quienes lo rodean. “Él mismo ha reconocido ser peligroso. Me ha hecho sentir miedo”, declaró. Para Ivet, Sanz parece vivir en una burbuja de privilegio, ajeno a las consecuencias de sus acciones.

Hoy, Ivet toma el control de su narrativa. “Ya no soy la niña dispuesta a todo por estar cerca de él. Hay un punto moral que se ha cruzado”, afirmó. A través de su testimonio, busca desenmascarar la verdad y restaurar su dignidad, reconociendo que detrás de la fama hay realidades humanas que, a menudo, se ignoran.

DCN/Agencias