El pasado viernes 6 de junio, en el estadio Monumental de Maturín, varios funcionarios de la Policía y la Guardia Nacional reportaron síntomas de aparente intoxicación tras la realización del partido entre Venezuela y Bolivia. Después del encuentro, alrededor de las 8:00 p.m., algunos agentes comenzaron a sentirse mal, llegando incluso a desmayarse antes de que finalizara el juego.
Los afectados fueron trasladados al hospital Manuel Núñez Tovar, ubicado a unos 100 metros de la plaza El Indio, así como a otros centros de salud de la zona. Un testigo de la cobertura del partido indicó que un funcionario vomitó desde el segundo piso del estadio hasta el estacionamiento.
La situación también complicó la logística del evento, ya que los transportistas encargados de llevar a la prensa a sus respectivos hoteles comenzaron a sentirse mal. Según un trabajador presente, uno de los choferes de la ruta I hacia Tipuro tuvo que ser cambiado, luego de que se sintiera mal y vomitara mientras esperaban en un semáforo.
Hasta el momento, no se ha informado la cantidad exacta de afectados por esta situación.
DCN/Agencias