La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, incluyó a México en una lista de países considerados «enemigos», equiparándolo con Irán, Rusia y China. En una comparecencia ante el Senado sobre el presupuesto del Departamento de Justicia, Bondi afirmó que Estados Unidos no se dejará intimidar por naciones que amenacen su seguridad, acusando a México de permitir el tráfico de drogas que afecta a los estadounidenses.
Bondi hizo una conexión directa entre México y el crimen organizado, mencionando al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como un actor clave en la situación actual. «Trump lo ha dejado claro: no cederemos ante quienes quieren dañarnos o drogar a nuestros hijos», expresó. Estas declaraciones han suscitado controversia, al poner al país vecino en la misma categoría que regímenes con los que Estados Unidos tiene tensiones geopolíticas significativas.
Las afirmaciones de Bondi surgieron durante un intercambio con el senador republicano Lindsey Graham, quien criticó la «falta de cooperación» de México en la lucha contra el narcotráfico. Graham afirmó que gran parte del territorio mexicano está bajo control del crimen organizado y que la seguridad de Estados Unidos depende de un cambio en la estrategia antidrogas de México.
Este episodio profundiza las tensiones diplomáticas entre ambos países, en un contexto ya complicado por desacuerdos en seguridad fronteriza y cooperación antinarcóticos. La inclusión de México en esta lista podría complicar aún más las relaciones bilaterales, particularmente en temas como migración y la lucha contra los cárteles.
DCN/Agencias