La economía de España continúa en expansión, aunque con una desaceleración gradual, según el último informe de proyecciones macroeconómicas del Banco de España. En el primer trimestre de 2025, el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 0,6%, un aumento robusto pero inferior al de los últimos dos trimestres de 2024. La demanda interna sigue siendo el pilar de esta actividad, aunque la incertidumbre comercial global y la caída en el consumo han comenzado a impactar las expectativas.
Para el segundo trimestre, se espera un crecimiento entre el 0,5% y el 0,6%, impulsado por sectores clave como la industria y los servicios, aunque también se observa cierta cautela entre los consumidores en un entorno financiero más inestable. El crecimiento anual se estima en un 2,4%, lo que representa una disminución de tres décimas con respecto a la proyección anterior.
En el ámbito de la inversión, después de una desaceleración en el primer trimestre, se anticipa una reactivación en los próximos meses, sobre todo en el sector industrial y en el mercado inmobiliario. No obstante, el sector exterior podría ver afectada su contribución al PIB debido a aranceles y a la creciente incertidumbre global.
El informe también sugiere que el crecimiento del PIB se situará por debajo del 2% en 2026 y 2027, reflejando las fluctuaciones del entorno internacional. A pesar de estos desafíos, el empleo sigue en ascenso, con una tasa de desempleo que se prevé disminuir al 10,5% en 2025. Además, el gasto en defensa en la UE podría ser un nuevo motor de actividad en los próximos años.
DCN/Agencias