En la actualidad, el sistema de compensación en el sector privado venezolano se divide, en promedio, en un 50% en bolívares y 50% en divisas. Esta situación, sin embargo, no siempre fue así.
Desde la derogación en 2018 de la Ley de Ilícitos Cambiarios, que penalizaba las transacciones en moneda extranjera, la dolarización informal ganó terreno en las estructuras salariales. La consultora Mercer observó que, en ese contexto, algunos salarios llegaron a estructurarse en un 80% en divisas y solo un 20% en bolívares, y en ciertos niveles jerárquicos, incluso se pagaba al 100% en dólares.
Recientemente, la tendencia ha comenzado a cambiar. José Adelino Pinto, representante de Mercer, indicó que el 51% de las empresas del sector privado están reconsiderando el uso de divisas en sus sistemas de pago, lo que representa un cambio notable en la estructura salarial. Según la Encuesta UCAB-Mercer 2025, un 12% de las empresas consultadas planean migrar completamente a esquemas de pago en bolívares.
La dolarización emergió como una medida ante la inflación y la depreciación del bolívar, pero dado el nuevo contexto económico, algunas organizaciones se preguntan cómo podrán retener a su personal sin los incentivos en divisas.
Para el resto del año, las empresas prevén realizar dos o tres ajustes salariales en bolívares, lo que podría resultar en un aumento acumulado de cerca del 51%. En contraste, las compensaciones en divisas mantendrán su valor, con un ajuste reportado de solo un 7%. Esto sugiere que los salarios en bolívares están siendo ajustados más frecuentemente y en mayor medida que aquellos en divisas, buscando así preservar su capital humano.
DCN/Agencias