La economía argentina mostró señales de reactivación al inicio de 2025. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) reportó que el producto interno bruto (PIB) creció un 5,8% interanual en el primer trimestre, impulsado principalmente por un aumento en el consumo privado y un repunte significativo en la inversión.
En términos desestacionalizados, el PIB avanzó un 0,8% en comparación al cuarto trimestre de 2024. La formación bruta de capital fijo, que mide la inversión, subió un 9,8% trimestral y un 31,8% interanual, destacando el incremento en maquinaria importada y equipos de transporte.
El consumo privado también se mostró fuerte, con un crecimiento del 11,6% interanual y un avance del 2,9% trimestral desestacionalizado. Por el contrario, el consumo público experimentó una caída del 0,8% interanual y del 0,1% frente al cierre de 2024.
Las exportaciones crecieron un 7,2% interanual, pero disminuyeron un 1,5% en términos desestacionalizados, indicando debilidad externa en medio de tensiones geopolíticas. En contraste, las importaciones aumentaron un 42,8% interanual, lo que refleja el dinamismo en la inversión y el consumo.
El informe detalla que el crecimiento de la inversión fue impulsado en gran parte por maquinaria y equipo importado (+64,5% interanual), mientras que el componente nacional aumentó un 19,8%. La inversión en construcción también repuntó un 8,4% después de varios trimestres en baja.
Entre los sectores destacados fueron la intermediación financiera (+27,2% interanual), pesca (+11,6%) y hoteles y restaurantes (+9,0%). Sin embargo, se reportaron caídas en servicios sociales y de salud (-0,6%) y otros sectores. Esta recuperación se da después de un 2024 con contracciones en tres de los cuatro trimestres, enfrentando aún desafíos como la demanda externa y la tensión cambiaria.
DCN/Agencias