La Casa Blanca declaró este jueves que el fallo del Tribunal de Comercio Internacional (CIT) de EE. UU., que ordena suspender la mayoría de los aranceles globales establecidos por el presidente Donald Trump, es «flagrantemente erróneo». Se muestra confiada en que esta decisión será revocada en el proceso de apelación.
El gobierno ha indicado que podría solicitar este viernes la suspensión inmediata del fallo ante la Corte Suprema de EE. UU., según documentos presentados al Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal. En el documento se menciona que, sin una medida cautelar del CIT, se busca evitar daños irreparables a la seguridad nacional y la economía.
La administración Trump califica la orden del CIT como sin precedentes y legalmente indefendible, argumentando que priva a EE. UU. de implementar aranceles que considera esenciales para su política exterior y agenda económica. Aseguran que esta decisión desarma al país ante prácticas comerciales de otras naciones y podría desestructurar decisiones recientes en política exterior.
Según la Casa Blanca, son los poderes políticos y no los tribunales quienes deben definir la política exterior y económica. La orden judicial, argumentan, introduce al CIT en ese ámbito y limita al presidente en el uso de herramientas autorizadas por el Congreso para negociaciones comerciales urgentes.
El CIT determinó suspendidos los aranceles del 30% sobre China y del 25% sobre ciertos bienes de México y Canadá, además de los aranceles globales del 10%. La corte expresó que todo este sistema arancelario es ilegal y «inconstitucional» al omitir el paso por el Congreso. Alega que la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) no confiere autoridad ilimitada a la presidencia.
El tribunal falló a favor de una medida cautelar permanente, congelando potencialmente los aranceles globales antes de un acuerdo con países impactados, estableciendo un plazo de diez días para implementar esta medida.
El fallo fue emitido por tres jueces designados por expresidentes Ronald Reagan, Barack Obama y el actual presidente. Este fallo respondió a una demanda del Liberty Justice Center, que representa a cinco empresas afectadas por dichos aranceles.
Tanto Stephen Miller, subjefe de Gabinete de Política, como el vicesecretario de prensa de la Casa Blanca, Kush Desai, han señalado a través de redes sociales su descontento con el fallo, argumentando que los déficits comerciales constituyen una emergencia nacional que debe ser abordada por el gobierno y no por jueces no electos.
DCN/Agencias