La alegría desbordante de los hinchas del Liverpool tras alzarse con la Premier League ha dejado una huella más que emocional; según un estudio de la Universidad de Liverpool, las celebraciones en Anfield provocaron movimientos sísmicos que se registraron como un fenómeno inusual.
El gol de Alexis Mac Allister, que puso al Liverpool 2-1 y prácticamente aseguró el campeonato, fue el que más impacto tuvo, logrando un registro de 1,74 en la escala de Richter. A este le siguieron los goles de Mohamed Salah (1,6), un autogol de Destiny Udogie (1,35) y el de Cody Gakpo (1,03). Un tanto de Luis Díaz, cuya validez fue revisada e inicialmente anulado, alcanzó un registro de 0,64.
El profesor Ben Edwards, quien participó en la investigación, afirmó: “El entusiasmo de los aficionados fue tan intenso que literalmente movió la tierra”. Por su parte, la doctora Farnaz Kamranzad resaltó el significado de estos eventos: “Cada celebración deja una huella sísmica de alegría colectiva, una marca que quedará en la memoria del planeta mucho tiempo después del pitido final”.
Aunque los movimientos sísmicos no eran perceptibles por los presentes en el estadio, el análisis demuestra que la pasión por el fútbol puede trascender más allá del deporte y, de manera literal, sacudir los cimientos de una ciudad. Sin duda, esta conexión entre el fervor de los hinchas y la tierra misma es un testimonio del impacto cultural del fútbol en el Reino Unido.
Este hecho sorprendente subraya cómo el deporte puede unir a los aficionados de maneras inimaginables, convirtiendo cada victoria en una experiencia memorable que va más allá del simple juego. En esa celebración colectiva, la historia del Liverpool no solo se escribe en los trofeos, sino también en cada rincón de la tierra que sostiene su emblemático estadio.
DCN/Agencias