El atún enlatado se ha convertido en un alimento fundamental en la dieta de quienes se ejercitan con regularidad, gracias a sus propiedades nutricionales que lo hacen ideal para los entrenamientos de fuerza, según Infobae.
No obstante, la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) indica que es esencial moderar su consumo debido al contenido de mercurio presente en este pescado. La EFSA recomienda que no se supere una ingesta de 1,3 µg/kg de metilmercurio, lo que equivale a 1,3 microgramos por kilogramo de peso. Para una persona que pesa 70 kilos, esto significa no exceder seis latas pequeñas de atún por semana, ya que cada lata contiene aproximadamente 0,015 mg de mercurio.
El mercurio se halla tanto en el atún fresco, congelado como enlatado, siendo la especie del pez el factor determinante de su presencia, no el método de conservación. Los atunes más pequeños que se utilizan para el enlatado, con un peso entre 20 y 25 kilos, presentan niveles menores de este metal; en promedio, una lata de 52 gramos puede contener 23,92 µg de mercurio, permitiendo un límite de diez latas semanales para una persona de 60 kg.
En contraposición, el salmón presenta niveles de mercurio significativamente más bajos, constituyendo una opción más segura para los consumidores.
A pesar de las preocupaciones sobre el mercurio, la EFSA sostiene que los beneficios del pescado y los mariscos superan considerablemente los riesgos. Estos alimentos son cruciales en una dieta equilibrada, gracias a su alto contenido en proteínas, vitaminas A, B y D, minerales y ácidos grasos omega-3.
Se recomienda consumir alrededor de cuatro porciones de pescado a la semana, variando entre especies blancas y azules, y dando preferencia a los pescados más pequeños para mitigar los riesgos.
El atún enlatado en aceite aporta nutrientes valiosos, como 186 calorías, 8 gramos de grasa y 27 gramos de proteínas por cada 100 gramos. También incluye 11,7 mg de vitamina B, 60,1 microgramos de selenio y 453 mg de ácidos grasos omega-3, todos esenciales para el organismo.
La recomendación es equilibrar sus beneficios nutritivos con un consumo seguro, alternando entre diferentes tipos de pescado para diversificar nutrientes y reducir la exposición al mercurio.
Con moderación, el atún enlatado puede formar parte de una dieta saludable, permitiendo disfrutar de sus beneficios sin comprometer la salud por su contenido de mercurio.
DCN/Agencias