Nicolás Maduro denunció este jueves que las familias venezolanas son objeto de «agresión» por parte de Estados Unidos, acusando al país norteamericano de perseguir a «migrantes solo por ser migrantes». Según Maduro, esta acción se basa en un «falso relato» que vincula a los migrantes venezolanos con la banda criminal Tren de Aragua, designada como terrorista por Washington.
Durante un acto en el Palacio Presidencial de Miraflores, en Caracas, Maduro afirmó: «Hoy la familia venezolana sufre la agresión de un imperio racista que persigue a los muchachos y a las muchachas migrantes». Aseguró que los venezolanos en el exterior son «gente de trabajo, gente honesta» y enfatizó que «migrar no es un delito», mientras que «perseguir y torturar migrantes sí lo es».
El mandatario, quien asumió su tercer mandato en enero, mencionó que más de 5.000 migrantes han regresado este año tras estar en cárceles estadounidenses. Entre ellos, citó el caso de Yorely Bernal, madre de una niña de dos años, a quien asumió se separó en EE. UU. tras entregarse «voluntariamente» a las autoridades migratorias. Maduro afirmó que ella estuvo un año presa sin juicio ni derecho a defensa.
El mandatario también manifestó que el esposo de Bernal es uno de más de 250 deportados a El Salvador en marzo, reiterando su promesa de que sus familias pronto regresarán «sanos, salvos y libres» a su país. Maduro, acompañado de su esposa, Cilia Flores, dirigió una actividad por el Día Internacional de las Familias, donde estuvieron presentes la madre, la niña y sus abuelas, junto a otras personas que marcharon en Caracas para apoyar a los connacionales detenidos en El Salvador.
Desde la deportación de la madre en abril, el gobierno venezolano ha sostenido que la niña estuvo «secuestrada» en EE. UU. El Departamento de Seguridad Nacional estadounidense alegó que la menor fue separada «porque ambos padres pertenecen al Tren de Aragua», una acusación que Caracas rechaza.
DCN/Agencias