La Secretaría General de Naciones Unidas emitió el 29 de mayo una denuncia respecto a los 22 nuevos asentamientos aprobados por Israel en la Cisjordania ocupada, calificándolos de «ilegales». El portavoz del secretario general, António Guterres, Stéphane Dujarric, afirmó que este avance «aleja la posibilidad de una solución de dos Estados». Guterres ha reiterado su llamado a Israel para que detenga toda actividad de asentamiento en los territorios palestinos ocupados, incluyendo Jerusalén Oriental.
Dujarric subrayó que estos asentamientos no solo son ilegales, sino que también representan un obstáculo para la paz y el desarrollo económico y social en la región. Además, hizo un llamado a las naciones que ejercen influencia sobre Israel para trabajar en favor de la solución de dos Estados.
El Gobierno israelí, por su parte, confirmó la aprobación de estos 22 nuevos asentamientos, argumentando que la decisión refuerza su control sobre el territorio. El Movimiento de Resistencia Islámica, conocido como Hamás, rechazó el anuncio, calificándolo como un aumento en la «judaización de la tierra palestina» y un desafío a la voluntad internacional.
En 2024, la Corte Internacional de Justicia dictó un fallo en el que declaró que la política de asentamientos israelíes contraviene la Cuarta Convención de Ginebra, considerando que estas prácticas constituyen un intento de anexión y violan el Derecho Internacional. La Corte ordenó el «cese inmediato» de estas expansiones, un dictamen que no ha sido acatado por las autoridades israelíes.
DCN/Agencias