Estados Unidos advierte a sus ciudadanos sobre los peligros de viajar a Venezuela debido al riesgo de detenciones.

La Administración del expresidente Donald Trump emitió una alerta de viaje para los ciudadanos estadounidenses, recomendando evitar Venezuela por el «significativo riesgo» de enfrentarse a «detenciones injustas». En respuesta, el gobierno venezolano tomó una medida similar, advirtiendo a los venezolanos en Estados Unidos sobre la necesidad de considerar abandonar ese país.

El Departamento de Estado de EE. UU. clasificó a Venezuela con el nivel 4 de alerta de viaje debido a «graves riesgos» como detenciones arbitrarias, tortura, secuestros y atención médica inadecuada. La portavoz Tammy Bruce señaló que los ciudadanos estadounidenses en Venezuela enfrentan un riesgo creciente de ser detenidos injustamente, mencionando que actualmente hay más estadounidenses detenidos en este país que en otros.

Bruce destacó que las fuerzas de seguridad venezolanas han mantenido a ciudadanos estadounidenses en prisión por largos períodos, muchas veces sin respetar el debido proceso. Informó que no hay embajada o consulado de EE. UU. en Venezuela y que el gobierno venezolano no notifica a Washington sobre las detenciones. A esto se suma la negación de acceso a asistencia legal y familiar a los arrestados.

Además, Bruce indicó que los estadounidenses que viajan a Venezuela para visitar familiares están expuestos a los mismos riesgos que otros viajeros. La posibilidad de tener doble nacionalidad o un empleo en el país no garantiza protección. En este contexto, recomendó a todos los ciudadanos estadounidenses presentes en Venezuela que salgan del país de inmediato y les advirtió que no viajen a Venezuela.

En respuesta a estas declaraciones, el ministro de Exteriores de Venezuela, Yvan Gil, emitió una alerta de viaje para los ciudadanos venezolanos, desaconsejando viajar a EE. UU. Gil indicó que los venezolanos en ese país son víctimas de un patrón de violaciones a sus derechos humanos, lo que incluye detenciones arbitrarias y separaciones familiares. También señaló la existencia de un uso sistemático del chantaje migratorio y la criminalización hacia los venezolanos.

Gil describió estas acciones como parte de una «operación de xenofobia» promovida por ciertos sectores de la ultraderecha en Venezuela y EE. UU.

DCN/Agencias