El rapero y magnate de la música, Sean “Diddy” Combs, sigue enfrentando su juicio por tráfico sexual, un proceso que ya atraviesa su tercera semana en Manhattan. Recientemente, un juez federal desestimó la solicitud de la defensa para declarar nulo el juicio. Esta petición surgió tras las acusaciones de que los fiscales insinuaron que Diddy había interferido en la investigación del incendio del Porsche de Kid Cudi, ocurrido en 2012.
A lo largo del proceso, Combs ha estado muy presente, enviando notas a sus abogados y participando activamente durante los interrogatorios a testigos. El juez Arun Subramanian, a cargo del caso, instó al jurado a ignorar un testimonio sobre la destrucción de las huellas dactilares del vehículo incendiado, información considerada irrelevante para el juicio en curso.
Recientemente, se reveló que el cóctel Molotov usado para quemar el auto de Cudi fue elaborado con una botella de licor y un pañuelo de diseñador, según declaró el investigador de incendios, Lance Jimenez. Este testimonio añadió más tensión a un caso ya complejo. Jimenez también mencionó que las huellas dactilares del Porsche fueron destruidas meses después del ataque, un hecho que los abogados de Diddy consideran perjudicial para su defensa.
Combs, de 55 años, se ha declarado inocente de dirigir una conspiración delictiva que, según los fiscales, se sustentaba en la violencia y el miedo. Si el jurado lo encuentra culpable, podría enfrentar penas que van desde 15 años hasta cadena perpetua. La ex pareja de Diddy, Cassie, y otros testigos alegan que ella fue víctima de agresiones y coacciones durante su relación.
La abogada defensora, Alexandra Shapiro, argumentó que había "mala conducta procesal" por parte de la fiscalía, mencionando que existían dudas sobre la imparcialidad en la selección del jurado. Por su parte, la fiscal federal adjunta, Christy Slavik, defendió la legalidad del proceso, afirmando que la mención de las huellas dactilares era relevante para contrarrestar las insinuaciones de la defensa sobre una posible falta de investigación adecuada.
Este caso no solo ha mantenido a la audiencia en vilo, sino que también ha generado un torrente de opiniones en los medios y las redes sociales. A medida que el juicio avanza, los ojos del mundo continúan atentos a cada movida de Diddy y su equipo legal.
DCN/Agencias