Los trabajadores extranjeros han jugado un papel crucial en el crecimiento económico de la zona euro desde la pandemia y podrían ser clave para enfrentar las limitaciones del mercado laboral envejecido, según un estudio del Banco Central Europeo (BCE) publicado recientemente.
Este estudio señala que los extranjeros han representado el 50% del aumento en la población activa del bloque en los últimos tres años, ayudando a mitigar la escasez de mano de obra. Además, han comenzado a incorporarse en mayores proporciones a empleos más cualificados, debido a la mejora en sus niveles educativos.
De acuerdo con el BCE, la llegada de estos trabajadores ha compensado, hasta cierto punto, las tendencias demográficas negativas en la región. Sin embargo, este análisis contrasta con el creciente apoyo a partidos políticos que buscan reducir la inmigración en varias partes de Europa.
El informe destaca que la población de los 20 países de la zona euro continúa envejeciendo y las tasas de natalidad siguen bajas, lo que limita el crecimiento de la mano de obra y, en consecuencia, del crecimiento económico. En economías como Alemania y España, la llegada de trabajadores extranjeros ha sido especialmente significativa, mientras que en Francia y los Países Bajos la contribución, aunque notable, fue menor.
Por otro lado, en Italia, donde la tasa de participación laboral es relativamente baja, un aumento en el empleo de la mano de obra nacional ha beneficiado a la economía.
Este análisis se presenta en un contexto en el que la discusión sobre inmigración sigue siendo un tema candente en la política europea.
Con información de Reuters.
DCN/Agencias