El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, quien falleció el 25 de noviembre de 2020, ha sido suspendido temporalmente a petición del fiscal Patricio Ferrari. Este proceso judicial, que arrancó en marzo de 2025, ha estado marcado por largas deliberaciones y ha generado gran expectación.
El 20 de mayo, el fiscal pidió la suspensión del juicio alegando que una de las juezas, Julieta Makintach, participó en la realización de un documental sobre la investigación. Esto ha levantado dudas sobre su imparcialidad en el caso, creando un clima de incertidumbre que podría afectar la gravedad institucional del proceso.
Con esta pausa, se abre la puerta a la posible anulación del juicio, ya que la participación de la jueza en el material audiovisual podría ser considerada un conflicto de interés. Además, se ha denunciado el posible ingreso de cámaras a las audiencias, a pesar de que desde la segunda sesión están prohibidas.
La Fiscalía ahora deberá esclarecer si se rompió esta norma y si la magistrada Makintach tiene algún vínculo con el incumplimiento.
Durante la audiencia del 20 de mayo, se presentaron dos solicitudes de recusación contra la jueza Makintach: una por supuesta complicidad con los realizadores del documental y otra por falta de imparcialidad. Estas solicitudes serán evaluadas por un tribunal de tres jueces en el transcurso de una semana.
Makintach, por su parte, defendió su labor y se mostró convencida de su imparcialidad, asegurando que brindará las aclaraciones necesarias.
Los acusados, un grupo de siete profesionales de la salud vinculados a la muerte de Maradona, se enfrentan a penas que oscilan entre 8 y 25 años de prisión si son declarados culpables. La atención sigue centrada en este caso, que no solo conmocionó al mundo del fútbol, sino que también ha puesto a prueba la integridad del sistema judicial.
DCN/Agencias