La petrolera estadounidense Chevron anunció este miércoles el cese de sus operaciones en Venezuela, cumpliendo con las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos. Esta decisión se produce luego de que expirara la licencia que le permitía operar en el país sudamericano, marcando un nuevo capítulo en las relaciones entre Washington y Caracas.
En un comunicado, Chevron indicó que su actividad en Venezuela «cumple con todas las leyes y reglamentos aplicables, incluido el marco de sanciones del gobierno de Estados Unidos».
La medida se enmarca en la estrategia de presión de la administración estadounidense sobre el gobierno de Nicolás Maduro, quien ha consolidado su poder tras las recientes elecciones legislativas y de gobernadores. La licencia que permitía a Chevron extraer petróleo fue revocada en febrero por el expresidente Donald Trump, y la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, aseguró que no se otorgaría una prórroga, señalando que «expirará a las 11:59 de esta noche (martes 27 de mayo)». Aunque la compañía ya no podrá extraer crudo, se le permitirá conservar equipos petroleros bajo una licencia supervisada por el Departamento del Tesoro.
La salida de Chevron es un golpe para la industria petrolera venezolana, que había encontrado en esta empresa un aliado clave para reactivar su producción. Las acciones de Chevron cayeron un 1,3% tras el anuncio.
El impacto en la economía venezolana aún es incierto, pero expertos advierten que podría agravar la crisis energética del país, que ya enfrenta una disminución en la producción petrolera y sanciones que limitan su acceso a mercados internacionales.
DCN/Agencias