Alerta en Sudamérica: La angustiante situación de los pingüinos en peligro de extinción

Pingüinos de Penacho Amarillo Austral: Un Estudio Revelador

El pingüino de penacho amarillo austral, una de las 18 especies de pingüinos, se caracteriza por su distintivo penacho amarillo y alcanza una altura de 50 centímetros. Se encuentra en el extremo sur de Sudamérica, especialmente en las islas subantárticas de Chile y Argentina.

Cada año, esta especie migra hacia las aguas más frías y ricas en nutrientes del océano Antártico, un movimiento ligado a su ciclo de vida. Tras la temporada de cría, requieren recuperar energía para la muda de plumas. Recientemente, un equipo de investigadores de Argentina, Estados Unidos y Alemania ha revelado que estas poblaciones no están adecuadamente protegidas durante sus migraciones críticas. El hallazgo se publicó en la revista Progress in Oceanography.

La doctora Andrea Raya Rey, a cargo del estudio del Centro Austral de Investigaciones Científicas, comentó que el pingüino de penacho amarillo actúa como un centinela, reflejando la situación de otras especies en su ecosistema. A través del análisis de su distribución y etapas de vida, el equipo busca mejorar las medidas de conservación.

Los pingüinos habitan principalmente en islas subantárticas y del Atlántico Sur, como en la región de Tierra del Fuego en Argentina y el archipiélago de Diego Ramírez en Chile. Sin embargo, el cambio climático y las alteraciones en las corrientes oceánicas afectan negativamente sus poblaciones.

En la crianza, ambos padres cuidan de los polluelos, los cuales se independizan alrededor de los 70 días. Entre octubre y enero, ocurre la temporada de cría, donde los pingüinos se instalan en lugares como Isla de los Estados, que ofrecen un ambiente seguro para la crianza.

Tras la cría, entre febrero y marzo, se realiza el "viaje pre-muda". Los pingüinos se dirigen al océano Antártico para alimentarse y acumular reservas de energía antes de la muda, un proceso que dura unos 20 días durante el cual no se alimentan. Luego regresan a las islas para completar esta etapa antes de dispersarse en el Atlántico Sur entre abril y septiembre.

Los investigadores utilizaron geolocalizadores en 25 pingüinos para rastrear su movimiento y descubrieron que la mayoría se alimenta principalmente en la Zona Frontal Polar Antártica. Este nuevo estudio pone de manifiesto la necesidad de reevaluar las Áreas Marinas Protegidas, que no están ofreciendo suficiente protección durante la migración de pre-muda.

Para mejorar la conservación de la especie, se sugiere la realización de estudios multianuales con más individuos, buscando datos más precisos sobre sus rutas migratorias y áreas de alimentación clave. De esta manera, se podrán desarrollar estrategias de conservación más efectivas.

DCN/Agencias

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