El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, anunció el martes una reestructuración del departamento para reducir la burocracia y los gastos. La medida incluye la eliminación de oficinas y programas que no se alinean con los objetivos de la Administración Trump.
Rubio explicó que el desafío no radica en la falta de recursos económicos o de talento, sino en un sistema que consume mucho tiempo y dinero, y que a menudo falla en su cometido. El objetivo es suprimir oficinas que duplican funciones, unir tareas por regiones y eliminar programas que no se ajusten a los intereses nacionales de EE. UU.
Como ejemplo, mencionó la oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, que, según él, se ha convertido en un espacio para que activistas de izquierda lleven a cabo represalias contra líderes de ideologías opuestas en naciones como Polonia, Hungría y Brasil. También citó la oficina de Población, Refugiados y Migración, señalando que habría facilitado la migración masiva al canalizar fondos a organizaciones e instituciones que apoyan este proceso.
Rubio subrayó que el pueblo estadounidense merece un Departamento de Estado enfocado en su seguridad y prosperidad, y que actúe de manera respetuosa con los recursos de los contribuyentes. Comentó que en el pasado, el departamento ha creado un entorno donde sus trabajadores pueden ser influenciados por ideologías extremas.
La reestructuración sigue la reciente decisión de Rubio de cerrar una oficina dedicada a contrarrestar campañas de desinformación extranjeras, al considerar que limitaba la libertad de expresión en EE. UU.
Esta iniciativa forma parte de una serie de acciones de la Administración Trump bajo la estrategia conservadora de reducción de gasto, que incluye la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por Elon Musk. Además, se han prohibido programas de diversidad, igualdad e inclusión (DEI) y se ha propuesto disolver la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID).
DCN/Agencias