El juez federal James Boasberg, el 3 de abril, expresó que está evaluando la posibilidad de iniciar procedimientos de desacato contra la administración de Donald Trump si se determina que esta desafió deliberadamente su orden que prohibía las deportaciones bajo la Ley de Enemigos Extranjeros. Esta orden especificaba el retorno de dos vuelos con presuntos miembros del Tren de Aragua a EE. UU.
Durante una audiencia, Boasberg cuestionó al Departamento de Justicia sobre el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros y solicitó detalles sobre los vuelos. El gobierno argumentó que esta información estaba protegida por el privilegio de secretos de Estado, lo que el juez dudó.
Boasberg comentó que si la administración considerara sus acciones legales, no habrían actuar con tal opacidad. El primer vuelo con 238 migrantes deportados despegó el 15 de marzo, coincidiendo con la invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros por parte de Trump para expulsar a los individuos vinculados con la banda criminal. Posteriormente, el 31 de marzo, otros 17 migrantes, implicados con el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha (MS-13), también fueron deportados bajo esta ley.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) presentó una demanda urgente, y durante una audiencia, Boasberg ordenó verbalmente el regreso de los aviones. A pesar de ello, los vuelos aterrizaron en El Salvador unas horas después. Drew Ensign, subprocurador general adjunto, defendió que la orden verbal no tenía la misma fuerza que la orden escrita posterior, que no mencionaba explícitamente el regreso de los aviones, pero el juez no aceptó este argumento.
Boasberg indicó que podría iniciar una investigación por desacato la próxima semana para determinar quién en la administración decidió ignorar su orden. El caso se elevó a la Corte Suprema luego de que un tribunal de apelaciones respaldara a Boasberg con una votación de 2-1, señalando que los deportados no tuvieron la oportunidad de impugnar las acusaciones.
Trump ha criticado al juez públicamente e incluso solicitó su impeachment, lo que provocó una reprimenda del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts.
DCN/Agencias