Ecuador elige este domingo a su nuevo presidente para el periodo 2025-2029, en medio de una severa crisis de seguridad y violencia. En los primeros meses de 2025, el país ha registrado un promedio de un homicidio por hora, a pesar de que desde hace un año el presidente Daniel Noboa ha declarado la guerra al crimen organizado.
Noboa, quien busca la reelección, ha movilizado a las Fuerzas Armadas en las calles y cárceles para intentar controlar la violencia. Según cifras oficiales, en febrero de 2025 se registraron 736 homicidios, mientras que en enero la cifra fue de 793, reflejando un alarmante aumento en el contexto de la segunda vuelta electoral. La candidata correísta Luisa González también participa en estas elecciones.
El aumento de la violencia se produce tras una disminución del 15 % en 2024, año en el que Ecuador tuvo una de las tasas de homicidio más altas de la región, con cerca de 47 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. El analista en seguridad Luis de Guzmán considera que la estrategia de Noboa ha sido efectiva para abordar una creciente ola de criminalidad, que no solo afecta a bandas delictivas, sino también a la población civil y a instituciones de seguridad.
De Guzmán señala que el crimen organizado ha transformado a Ecuador en un campo de batalla urbano, donde los enfrentamientos ocurren en medio de la población. Sugiere continuar con medidas contundentes y aumentar la inversión en tecnología y armamento para las fuerzas de seguridad.
Por su parte, Michelle Maffei, experta en prevención de delitos, critica la «hipermilitarización», argumentando que no se han implementado medidas que eviten el reclutamiento de jóvenes por bandas criminales. Acentúa que la detención de líderes criminales ha llevado a luchas internas entre facciones y una proliferación de grupos más violentos, como el caso de los Tiguerones en Guayaquil.
Los especialistas coinciden en que, sea quien sea el próximo presidente, las instituciones de seguridad deben ser reformadas. Maffei aboga por depurar las Fuerzas Armadas y la Policía y llevar a cabo una mayor vigilancia en las fronteras. De Guzmán, en cambio, sugiere reforzar la administración tributaria y brindar soluciones educativas y de salud para enfrentar la crisis de violencia de manera efectiva.
DCN/Agencias