Despedida emotiva: Miles de fieles rinden homenaje a Francisco, un Papa de cercanía y compasión
Más de 200.000 fieles y más de 50 jefes de Estado asistieron el 26 de abril al funeral del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, según informó el Vaticano. La plaza fue cerrada al alcanzar su capacidad máxima de 50.000 personas, y otros fieles se quedaron en Via Concilazione y calles cercanas, donde siguieron la ceremonia en pantallas gigantes. El tráfico en Roma se encontraba paralizado y los autobuses no operaban.
El evento contó con la participación de más de 150 delegaciones internacionales, incluidos muchos jefes de Estado y gobiernos, así como monarcas y representantes de diversas religiones. Asistieron, entre otros, el presidente de Argentina, Javier Milei; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el presidente de EE.UU., Donald Trump; y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
Nueve delegaciones de organizaciones internacionales, como la ONU y la OMS, también estuvieron presentes. El funeral se realizó con un fuerte dispositivo de seguridad, incluyendo francotiradores y unidades antiterroristas.
El cuerpo del Papa no fue expuesto en el catafalco, y el evento fue descrito como «el funeral de un pastor, no de un soberano.» Las campanas de la basílica repicaron antes del inicio de la ceremonia, que comenzó con un cortejo fúnebre que trasladó el ataúd desde el interior de la Basílica.
Los diáconos y cardenales, vestidos de rojo, acompañaron al ataúd, donde hubo 980 concelebrantes, 200 ministros de la Comunión y más de 4.000 sacerdotes presentes. Se realizaron lecturas en varios idiomas, con énfasis en el español, lengua materna del Papa.
El cardenal Giovanni Battista Re, durante la homilía, recordó la figura del Papa como un líder cercano a la gente, destacando su llamado a la paz y su dedicación a los marginados. Su mensaje fue escuchado por los presidentes Trump y Zelenski, provocando aplausos entre los asistentes.
La ceremonia concluyó con oraciones y un último saludo antes del entierro. El ataúd fue trasladado a la Basílica de San Pedro y luego a la Basílica de Santa María la Mayor para su entierro.
DCN/Agencias