El suministro eléctrico ha sufrido una interrupción significativa en la España peninsular alrededor de las 12:30 horas (10:30 GMT) de este lunes, afectando varios servicios públicos como el ferrocarril y el metro, así como a empresas y particulares.
De acuerdo con la Red Eléctrica (REE), el consumo eléctrico, que estaba en aproximadamente 25.184 megavatios, cayó repentinamente a 12.425 megavatios, indicando un «cero» en el sistema, lo que apunta a un apagón generalizado. Posteriormente, se ha reportado la recuperación de la tensión en algunas zonas del norte y sur del país.
En Madrid, los semáforos han dejado de funcionar, el metro está paralizado y los teléfonos celulares presentan fallas, con personas atrapadas en ascensores. Barcelona ha experimentado situaciones similares, con la interrupción de los servicios de metro y ferrocarril, dejando a miles de pasajeros, algunos en túneles, que tuvieron que ser evacuados.
El aeropuerto de Barcelona continúa operando con normalidad gracias a un sistema alternativo de suministro, mientras que hospitales mantienen su actividad con generadores propios. A pesar de esto, se reportan «algunas incidencias» en los aeropuertos.
El aeropuerto de Madrid estuvo inactivo en salidas y llegadas durante al menos media hora, aunque ya se observa movimiento. Las afectaciones también se reflejan en Valencia y Castellón, donde Renfe ha informado de trenes detenidos en las estaciones debido al apagón.
Por otro lado, en Portugal, Redes Energéticas Nacionais (REN) ha confirmado un «corte masivo en el suministro eléctrico» que afecta a toda la península ibérica y parte de Francia. El Gobierno portugués se reunirá de manera extraordinaria para evaluar el fallo que comenzó a las 11:30 hora local.
El ministro de la Presidencia de Portugal, António Leitão Amaro, indicó que un grupo de trabajo ha sido establecido para monitorear la situación, sugiriendo que el problema podría originarse fuera de Portugal. En Lisboa, las estaciones de metro están cerradas y los servicios de emergencia están activos en las calles. Los icónicos tranvías están parados, lo que afecta a turistas y locales, quienes enfrentan problemas con el acceso a apartamentos y la conservación de alimentos en restaurantes.
DCN/Agencias