En la discoteca de Murcia donde el 1 de octubre de 2023 perdieron la vida trece latinoamericanos a causa de un incendio, se han revelado importantes detalles sobre las condiciones de seguridad del local. Según testimonios de trabajadores, la discoteca contaba con solo dos salidas operativas: la puerta de entrada y otra para empleados. Las puertas traseras y las que conectaban con otro local, Fonda Milagros, permanecían cerradas con llave.
Ocho empleados declararon ante la jueza que investiga el caso, confirmando que las únicas salidas accesibles eran las mencionadas, mientras que las puertas que separaban la discoteca Teatre de Fonda Milagros estaban siempre aseguradas con una cadena. Estas puertas, indicaron, estaban a menudo cubiertas por biombos y elementos decorativos. Para abrirlas, solo se podía acceder desde Teatre, donde se encontraban los pulsadores, lo que dificultaba su uso desde Fonda Milagros.
Además, los trabajadores admitieron que nunca recibieron formación sobre prevención de incendios, ni participaron en simulacros de evacuación, lo que los dejó desinformados sobre cómo actuar en caso de emergencia, según el abogado de las familias afectadas, Pedro López Graña.
En cuanto al origen del fuego, todos los testigos coincidieron en señalar que comenzó en el techo, cerca de la cabina del ‘disc-jockey’, donde las máquinas de fuegos fríos generaron chispas.
La jueza mantiene a seis personas bajo investigación por trece posibles delitos de homicidio imprudente. Entre los investigados se encuentran el dueño de Fonda Milagros, tres responsables de Teatre, el organizador de la fiesta y el propietario de la máquina de fuegos fríos.
Este trágico incidente ha llevado a intensificar las investigaciones sobre las medidas de seguridad en locales nocturnos en España, especialmente frente a la falta de protocolos en situaciones de emergencia.
DCN/Agencias