El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) de Perú informó este jueves sobre el traslado del expresidente Pedro Castillo a un hospital en Lima. Este movimiento se debió a una «descompensación» tras haber iniciado una huelga de hambre el lunes, en protesta por lo que considera un juicio oral «politizado» en su contra por los cargos de rebelión y abuso de autoridad.
Castillo, quien lleva detenido en Barbadillo desde su arresto en diciembre de 2022, fue llevado al Hospital II Vitarte de Essalud con el fin de evaluar su estado de salud, según el comunicado divulgado por el INPE. Su abogado, Walter Ayala, exministro de Defensa, confirmó que el traslado fue consecuencia de la huelga de hambre que el expresidente anunció, señalando que está siendo juzgado por hechos que, según él, nunca ocurrieron.
En una carta publicada el lunes, Castillo expresó: «Pongo en conocimiento a mi familia y al pueblo peruano que he decidido acatar a partir de la fecha una huelga de hambre». La misiva argumentaba que su decisión estaba relacionada con las injusticias que considera que se están cometiendo en su contra.
Durante la apertura del juicio, Castillo se presentó sin abogado y mostró una actitud marcada por quejas e insultos. Está siendo juzgado por los eventos del diciembre de 2022, cuando intentó disolver el Congreso y convocar elecciones anticipadas, buscando implementar reformas prometidas en su campaña electoral.
La Fiscalía peruana solicita para Castillo una condena de 34 años de prisión, además de una inhabilitación de tres años y medio, y una reparación civil de casi 65,600 soles peruanos a favor del Estado. La detención del exmandatario desató una de las crisis más severas en la reciente historia del país, resultando en alrededor de 50 muertes durante las protestas en contra de su arresto.
DCN/Agencias