La costa oriental de Australia se encuentra en estado de emergencia ante la llegada del ciclón Alfred, que se prevé traiga vientos huracanados e inundaciones severas. Los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur han elevado su alerta al nivel más alto, movilizando recursos para afrontar la situación.
La Oficina de Meteorología de Australia informó que las lluvias podrían superar los 800 mm, mucho más que el promedio mensual de marzo, y que se registrarán vientos de hasta 155 km/h. Este despliegue de lluvias y vientos incrementa el riesgo de inundaciones repentinas y marejadas ciclónicas.
Los gobiernos locales han emitido órdenes de evacuación en áreas vulnerables, pidiendo a los residentes que actúen de inmediato. El primer ministro de Queensland, David Crisafulli, destacó la necesidad de tomar medidas urgentes si se vive en zonas propensas a inundaciones.
El ciclón Alfred ha sido comparado con el ciclón Debbie de 2017 por los posibles daños, pero su intensidad y trayectoria han generado más incertidumbre. Este fenómeno es el más significativo desde 1974, año en que el ciclón Tracy afectó gravemente a Darwin.
La población, ante la amenaza del ciclón, ha acudido a los supermercados, donde se han vaciado las estanterías de agua, alimentos no perecederos y productos de higiene. Las autoridades han establecido centros de evacuación para quienes deban dejar sus hogares. El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, anunció que se desplegarán todos los recursos disponibles, incluidos helicópteros y equipos de rescate.
Más de 500 escuelas han cerrado en Queensland y Nueva Gales del Sur, impactando a miles de estudiantes, y varios eventos deportivos, como el Australian WPGA Championship, han sido cancelados.
El ciclón Alfred no es el único que afecta la región; también se encuentran en el Pacífico sur los ciclones Rae y Seru, lo que intensifica la situación meteorológica inusual. Alfred tomó un giro inesperado dirigiéndose hacia la costa, cuando inicialmente se esperaba que se disipara en el océano. Posiblemente impactando entre Gold Coast y Sunshine Coast, las autoridades han reforzado las medidas de emergencia y los sistemas de alerta.
Los esfuerzos se centran en minimizar daños y garantizar la seguridad de la población. La Fuerza de Defensa Australiana está lista para intervenir si es necesario y se han instalado barreras de contención en áreas críticas.
DCN/Agencias