La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) reportó este jueves que un brote de cólera ha dejado decenas de fallecidos y 2.718 hospitalizados en el estado de Nilo Blanco, en el sureste de Sudán. La situación sanitaria se ha deteriorado debido a un aumento en casos de deshidratación severa.
MSF advirtió en un comunicado sobre la “saturación” que está experimentando el Hospital Universitario de Kosti, donde están brindando asistencia. Se señala que el incremento de casos se debe a un corte de energía ocasionado por un proyectil que impactó en la central eléctrica de Rabak, en el contexto de los enfrentamientos entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Este ataque ha llevado a las comunidades cercanas a depender del agua transportada en carretas, ya que el suministro habitual se ha visto interrumpido por problemas en el bombeo de agua.
La coordinadora de emergencias de MSF para Sudán, Marta Cazorla, destacó que los ataques a infraestructuras vitales tienen efectos negativos a largo plazo en la salud de las comunidades vulnerables, instando a las partes en conflicto a respetar las normas de la guerra y proteger a la población civil y las infraestructuras críticas.
El brote alcanzó su pico entre el 20 y el 24 de febrero, cuando pacientes y familiares llegaron al hospital de Kosti en condiciones de pánico. Ante la falta de espacio, los enfermos han tenido que recibir atención en el suelo.
Para gestionar la crisis, el Ministerio de Sanidad de Nilo Blanco está coordinando la respuesta a nivel comunitario, asegurando el acceso a agua potable y prohibiendo el uso de carros tirados por burros. También se está implementando una campaña de vacunación contra el cólera, enfermedad que se transmite principalmente a través del agua.
DCN/Agencias