Panamá busca alinear posiciones con Marco Rubio ante las advertencias de Trump sobre el Canal

El presidente panameño, José Raúl Mulino, se reunió este domingo con el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, en el Palacio de Las Garzas. Este encuentro se da en medio de las amenazas del presidente Donald Trump de tomar control del Canal de Panamá por la influencia china en la vía interoceánica. Según Mulino, la reunión fue «respetuosa y cordial» y se centró en fortalecer la cooperación en la deportación de migrantes. También comunicó a Rubio su decisión de no renovar el acuerdo de cooperación económica con China sobre la nueva ruta de la seda.

Mulino hizo hincapié en que la soberanía panameña no está en peligro y subrayó que no percibe una «amenaza real» de intervención militar estadounidense en el Canal. Aclaró que el canal es operado por Panamá y seguiría siendo así. El presidente indicó que las preocupaciones de EE. UU. se centran en los puertos de Balboa y Cristóbal, operados por una empresa china, y anunció que se está llevando a cabo una auditoría sobre la gestión de estos puertos.

Rubio, por su parte, solicitó cambios inmediatos en la gestión del Canal, advirtiendo que la presencia china viola los tratados entre Panamá y EE. UU. Si no se implementan cambios, el gobierno estadounidense tomará medidas para proteger sus derechos bajo el Tratado, tal como indicó un comunicado del Departamento de Estado.

El Canal de Panamá, que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, es un importante corredor de comercio mundial, representando el 3 % del mismo. Inaugurado en 1914 por EE. UU., su control fue transferido a Panamá en 1999 por los Tratados Torrijos-Carter.

El viaje de Rubio, que es su primera visita como secretario de Estado, coincide con protestas en la capital panameña, donde los ciudadanos mostraron banderas nacionales. La soberanía del Canal es un símbolo de orgullo nacional, especialmente debido a la invasión estadounidense a Panamá en 1989.

Rubio también se encuentra en una gira por Centroamérica y el Caribe enfocada en la inmigración, visitando varios países, incluida Panamá. La administración de Mulino ha implementado políticas migratorias estrictas y busca expandir un acuerdo con EE. UU. sobre el uso del aeropuerto de Metetí en Darién para deportaciones. La mayoría de los migrantes provienen de Venezuela, país con el que Panamá no mantiene relaciones, dificultando las deportaciones hacia allí. Rubio espera establecer un acuerdo de Tercer País Seguro con El Salvador para facilitar deportaciones.

DCN/Agencias

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