Mauricio Claver-Carone, encargado de la oficina del Departamento de Estado de EE. UU. para América Latina, detalló los propósitos de la reciente visita del enviado especial Richard Grenell a Venezuela. Entre los objetivos mencionados están la repatriación de criminales y pandillas venezolanas, así como la liberación inmediata de los ciudadanos estadounidenses que se encuentran como rehenes en el país.
Claver-Carone enfatizó que estas metas no cambian las prioridades del presidente Trump en relación con Venezuela, reafirmando el compromiso de la administración estadounidense con la promoción de la democracia en la nación sudamericana. El funcionario aclaró que la visita de Grenell no implica un cambio en la postura del secretario de Estado, Marco Rubio, ni en las directrices estadounidenses sobre el país.
El encargado de la política latinoamericana mencionó que la situación se centra en dos puntos específicos: la inmediata repatriación de los criminales y la liberación de los rehenes, subrayando que esto no se plantea como una negociación.
Asimismo, Claver-Carone desestimó cualquier posibilidad de negociaciones sobre el petróleo venezolana, indicando que, según Trump, no es necesario el crudo venezolano y que la estrategia energética del presidente está orientada hacia la autosuficiencia energética de EE. UU.
Respecto a las discusiones entre Grenell y Nicolás Maduro, Claver-Carone señaló que estas deben sustentarse en un enfoque de buena fe y que se prevén consecuencias si se rompen los acuerdos con EE. UU. O si las conversaciones carecen de sinceridad.
DCN/Agencias