El Gobierno de Donald Trump envió este martes el primer vuelo con migrantes arrestados en EE. UU. hacia un centro de detención en la Base Militar de Guantánamo, Cuba. En un reporte a Fox News, Trump expresó: «Ya no permitiremos que Estados Unidos sea un vertedero de criminales ilegales de naciones de todo el mundo».
Un grupo de 10 migrantes, cuyas nacionalidades no han sido confirmadas, partió desde la base de Fort Bliss, en El Paso, Texas. Según CNN, todos los detenidos tenían antecedentes criminales.
La administración de Trump ha impulsado una campaña contra aproximadamente 11 millones de migrantes indocumentados, etiquetándolos como «criminales» y prometiendo una extensa serie de deportaciones. Hasta la fecha, más de 3.000 personas han sido arrestadas en distintas operaciones, una cifra inferior a las redadas masivas que Trump había prometido.
El presidente ordenó aumentar la capacidad de detención en Guantánamo para albergar a más de 30.000 personas, y se ha desplegado a más de 150 militares, incluidos Infantes de Marina y personal del Comando Sur de EE. UU., encargado de operaciones en Latinoamérica.
Al firmar el memorando para aumentar la capacidad de detención en Guantánamo, Trump afirmó que busca «detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que representan una amenaza para el pueblo estadounidense». Bajo la ley estadounidense, residir sin autorización no es un delito criminal, sino civil, y por lo tanto es incorrecto que las personas indocumentadas tengan un «historial criminal».
Sin embargo, cruzar la frontera sin inspección, conocido como ‘ingreso indebido’, y tentar reingresar a EE. UU. tras haber sido deportado, son considerados delitos. Según diversos estudios, incluida una investigación de la Universidad de Stanford, los migrantes tienen menos probabilidades de cometer delitos que los estadounidenses nativos.
DCN/Agencias