Después de la masacre ocurrida el 29 de noviembre en Aguachica, Colombia, donde perdieron la vida cuatro miembros de la familia Lora Rincón, la situación en la localidad ha generado un alarmante aumento en las extorsiones. La familia, conformada por el pastor Marlon Lora, su esposa Yorley Rincón y sus hijos Ángela Natalia y Santiago Lora Quintero, fue víctima de un brutal ataque.
En medio de la ceremonia de velación por el trágico deceso de la familia, muchos asistentes comenzaron a recibir llamadas amenazantes, en las que les exigían el pago de dos millones de pesos. Las intimidaciones se realizaron de manera simultánea, lo que generó un ambiente de tensión durante el acto fúnebre.
Una de las personas que recibió la amenaza reveló a El TIEMPO que las llamadas provenían del Clan del Golfo, un grupo criminal que ha aprovechado el clima de miedo e incertidumbre tras la masacre para extorsionar a la comunidad. Los delincuentes advertían que, de no cumplir con el pago, podría correr la misma suerte que la familia Lora Rincón.
El panorama es complejo; diversos grupos de pastores y sus familiares también han sido amenazados. Algunos decidieron no contestar las llamadas, mientras otros se mostraron preocupados por el impacto que esta situación podría tener sobre ellos. Ha habido intimidaciones dirigidas a funcionarios públicos y comerciantes, quienes han enfrentado este tipo de situaciones anteriormente, pero la actual tensión es particularmente alta.
La tragedia ha provocado una oleada de solidaridad en Aguachica, donde la comunidad se ha unido para ofrecer apoyo a los familiares y amigos de las víctimas. La esperanza de justicia y la unión del pueblo se han convertido en un motor para seguir adelante en medio del dolor.
En el día de hoy, está programado el sepelio de Santiago Lora Rincón, el único miembro de la familia que no falleció en el momento del ataque, aunque sucumbió el 31 de diciembre tras complicaciones de salud. Se espera la participación de la comunidad, incluidos compañeros y jóvenes del grupo cristiano, para rendir un último homenaje en el cementerio central. El acto, como el anterior para sus padres y su hermana, estará signado por el dolor y la reflexión. La comunidad, a pesar de su cansancio por los extensos días de velación, se prepara para ofrecer el mismo apoyo y respeto a Santiago Lora en su despedida.
DCN/Agencias