La muerte de Eduardo Antonio Castillo, de 35 años, durante un operativo policial de la Dirección Contra la Delincuencia Organizada (DCDO) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en el sector Coropo, municipio Francisco Linares Alcántara, estado Aragua, ha generado inquietud en la comunidad. El suceso ocurrió el pasado martes y ha llevado a familiares y vecinos a buscar claridad sobre las circunstancias de su deceso.
Las primeras versiones apuntan a que Castillo podría haber estado involucrado en actividades ilícitas, pero las causas precisas de su fallecimiento aún no se han esclarecido. La situación demanda procedimientos policiales más transparentes, así como un manejo adecuado de la información.
El enfrentamiento tuvo lugar en la Laguna de Coropo, una zona conocida por su alta criminalidad. Según fuentes no oficiales, durante el patrullaje, los policías detectaron a varios individuos presuntamente ligados a delitos. Al ser abordados, los sospechosos supuestamente resistieron, lo que resultó en un intercambio de disparos. Castillo, quien sufrió heridas graves, falleció más tarde.
Familiares del occiso han manifestado su sorpresa, argumentando que no hay evidencia concreta que lo relacione con grupos delictivos y han solicitado una investigación detallada. Tras confirmar su identidad en el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), expresaron que las causas de su muerte no están claramente explicadas.
La comunidad de Coropo, ya sometida a retos de seguridad, ha reaccionado con preocupación. Este incidente resalta la tensión entre las fuerzas del orden y los grupos criminales de la zona y ha suscitado críticas sobre el manejo de los procedimientos policiales. La falta de claridad puede afectar la confianza de la ciudadanía en las instituciones de seguridad.
DCN/Agencias