Andrés Caleca: La oposición debe enfrentar y derrotar al gobierno de Maduro en su propio terreno

Andrés Caleca, expresidente del Consejo Nacional Electoral, resaltó su preocupación por las condiciones electorales desiguales impuestas por el gobierno de Nicolás Maduro, pero afirmó que la oposición democrática debe dar la batalla electoral el próximo 28 de julio bajo las condiciones que establezca el chavismo y derrotarlo.

«Dar la batalla donde el poderoso la plantea, sorprenderlo y derrotarlo en su propio terreno, eso es lo que está tratando de hacer la oposición venezolana, por primera vez, creo, con absoluta conciencia de lo que está haciendo, después de haber aprendido todo lo que hemos aprendido en 25 años», declaró el dirigente político, excandidato a la primaria del pasado 22 de octubre en entrevista con El Nacional.

Enfatizó que dependerá de los ciudadanos evitar las maniobras del régimen para intentar amañar el proceso electoral. Afirmó asimismo que la principal preocupación de Edmundo González Urrutia, candidato de la Plataforma Unitaria Democrática, con quien se reunió esta semana, es la cobertura del padrón electoral para garantizar la defensa del voto en las mesas electorales.

Andrés Caleca destacó los avances y desafíos del proceso electoral en Venezuela, así como el papel crucial de María Corina Machado en la campaña. También abordó la posibilidad de la anulación de la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática o del candidato opositor.

—¿Cómo evalúa el crecimiento de la oposición democrática desde el 22 de octubre hasta ahora?

—El 22 de octubre significó una jornada extraordinaria que confirmó todo el proceso de recuperación de la esperanza del pueblo venezolano, de la ciudadanía, sobre la posibilidad de un cambio de gobierno. Sin embargo, el régimen de Maduro ha hecho todo lo posible por empañar ese proceso: desconoció la primaria con una decisión absurda del Tribunal Supremo que nadie le hizo ningún caso; luego, ratificó la inhabilitación inconstitucional de la candidata ganadora, nuestra candidata María Corina Machado, que arrasó en la primaria; después impidió la candidatura de Corina Yoris y de otros candidatos. En ese momento en que se estaban resolviendo las postulaciones, la oposición intentó inscribir no solo a Corina Yoris, sino posteriormente a otros candidatos y ninguno pudo lograr que el Consejo Nacional Electoral abriera el sistema. Todo esto, intentando frenar este avance de la oposición que había significado la primaria para tratar de desanimar a la gente y empujar a la oposición a la abstención. Ese era el objetivo del chavismo, pero eso no ocurrió, por suerte se salvó la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática y terminó siendo Edmundo González el candidato de la oposición. Por supuesto, esto significó un escollo gigantesco al proceso que venía desarrollándose, pero ese escollo ha sido saltado en la práctica. Edmundo González, que no era una persona conocida por el país, fue designado como candidato a apenas 90 días de la elección presidencial, con los cuales le es imposible desarrollar una campaña adecuada para que el país lo conozca, en el contexto de un país donde no hay prensa escrita, donde la señal pública de televisión está prácticamente controlada por el gobierno, donde en este último año se han eliminado 200 emisoras de radio, donde no hay medios de comunicación, donde los candidatos y los dirigentes políticos no pueden ni siquiera hacer giras en avión, tiene que ser por tierra. Entonces, todas estas circunstancias hacen esto un proceso electoral atípico y, sin embargo, hoy en día, gracias a la presencia constante de María Corina Machado y de otros en el panorama político, moviéndose por el país, hablando con la gente, organizando lo poco que se tiene, todas las encuestas determinan que ya hoy ese candidato desconocido, que es Edmundo González, está prácticamente duplicando al candidato del gobierno a la reelección que es Nicolás Maduro, el presidente de la República, nada más y nada menos.

—¿El panorama es alentador para la oposición?

—Desde el punto de vista de los resultados que se pudieran esperar para el 28 de julio, no solo porque el candidato de la unidad opositora, encarnada en María Corina Machado y en la Plataforma Unitaria y otros partidos que se han ido sumando, duplica a Maduro, sino que todas las maniobras —por ejemplo, la creación de candidaturas artificiales, de una supuesta oposición— han fracasado. La posibilidad de dividir el voto opositor es prácticamente nula en este momento. En este momento el gobierno ha perdido la iniciativa política, lo que no quiere decir que el proceso no siga siendo sumamente riesgoso. Estamos en presencia de un gobierno autoritario, capaz de hacer cualquier cosa para mantenerse en el poder. Creo que faltan cosas por ver y tenemos que estar preparados para todos. Ahora, lo fundamental es que ratifiquemos de manera constante que nuestra ruta es electoral y no nos sacarán de ella, sea cual sea el panorama que nos venga en los próximos días que nos separan de las elecciones.

—Decía que sorpresivamente se “salvó” la tarjeta de la MUD, pero siempre está el riesgo de que el chavismo lance nuevas cartas. ¿Hay miedos creíbles dentro de la oposición democrática?

—El temor y la amenaza es permanente, sobre la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática, por ejemplo, pesa la espada de Damocles de una eventual sentencia que pueda aplicar el Tribunal Supremo de Justicia anulando esa tarjeta. Si anulan esa tarjeta, por supuesto, todavía quedarán dos tarjetas que tienen inscrito al candidato, la tarjeta del Movimiento por Venezuela y la de Un Nuevo Tiempo, pero eso todavía generaría gran confusión en el electorado, que la gente que sin querer o sin estar bien informada vote de todas formas por la tarjeta de la Unidad porque si mañana el Tribunal Supremo eliminara a la Mesa de la Unidad Democrática, de todas maneras en el tarjetón saldrá la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática, solo que los todos que se pongan allí serán nulos. Fíjate cómo pudiera complicar esto el proceso, pero más todavía, el gobierno podría, si se siente con la fuerza suficiente para hacerlo, inhabilitar al candidato y dejar a la oposición democrática venezolana sin candidato, una especie de Nicaraguazo; ¿el gobierno tendrá poder para eso? Eso está por verse. Cuando hablo de  “poder”, me refiero al respaldo de las Fuerzas Armadas para una jugada de esa naturaleza, ¿tendrá el respaldo de sus aliados internacionales? Pareciera que no, los aliados internacionales del gobierno, particularmente los latinoamericanos, que son los más cercanos y particularmente Gustavo Petro en Colombia y Lula da Silva en Brasil, han sido muy claros en que se deben preservar unas condiciones mínimas democráticas para las elecciones. De hecho, hace algunas semanas todo el país esperaba que la decisión del TSJ fuera eliminar la tarjeta de la MUD, se convocó incluso a una sesión del tribunal y al final no pasó nada, obviamente ahí algo se movió. Al gobierno lo veo con poca fuerza real para patear la mesa, sin embargo, es posible que la preocupación de estos sectores que están enquistados en el gobierno, que ven la posibilidad real de perder el poder, pudiera llevarlos a cometer cualquier cosa. Un régimen autoritario como este es tan peligroso como un animal acorralado.

—¿Qué otra cosa pudiera ocurrir?

—Aparte de eliminar la tarjeta de la MUD y de inhabilitar al candidato con cualquier argumento, pudiera ocurrir también que el gobierno suspenda las elecciones. De hecho, tiene un margen para hacerlo porque recuerda que estas elecciones constitucionalmente deben hacerse antes de la finalización del periodo presidencial en curso y esa finalización es en enero del año que viene, ellos adelantaron las elecciones seis meses con respecto al cronograma obligatorio, digamos, de la Constitución. De manera que mañana pudieran sorprendernos el Consejo Nacional Electoral con que no están dadas las condiciones, con que están enredados; a mí me preocupó un incendio forestal que hubo en las instalaciones del CNE en Mariche, que es una cosa insólita, porque en 2020, creo, ya hubo un incendio forestal que terminó acabando con 25.000 máquinas de votación que estaban en ese almacén y cuatro años después vuelven a dejar crecer la maleza y se vuelve a incendiar. Y entonces sale el ministro de Interior diciendo que hay un plan de sabotaje de las elecciones. Las elecciones quienes las tienen perdidas son ellos, en todo caso, el incendio lo provocarían ellos. Eso es un incendio forestal, toda Venezuela está incendiada porque tenemos un periodo de sequía, calor y viento, como es típico en marzo, abril y mayo, pero esas son las necedades que te hacen pensar que estos tipos en cualquier momento pueden decir que no están dadas las condiciones y que las van a suspender cuatro meses. Y, por cierto, si hacen eso estarían dentro de la legalidad.

—¿Por qué no fijaron entonces una fecha lejana? ¿Por qué aventurarse a hacerla en julio cuando se pudo haber fijado para noviembre o diciembre?

—Pienso que fue un mal cálculo del gobierno, vista las cosas que estaban ocurriendo.

—No esperaba la reacción que ha habido en la oposición…

—Yo pienso que el gobierno pensó que mientras más cerca fueran las elecciones (más oportunidad iba a tener de ganar). Recuerdo que en la campaña de la primaria, en la cual participé como candidato, ellos venían amenazando que iban a ser las elecciones antes y Diosdado Cabello a cada rato decía eso y yo decía: ¿cuándo quieren perder? Si quieren perder mañana, convócala para mañana. Si yo hubiera sido el gobierno, haría las elecciones en diciembre como es la tradición para ver si me recupero. Sin embargo, decidieron adelantarla en marco de un acuerdo con los Estados Unidos en el que supuestamente iba a haber un levantamiento de sanciones, iban a dar más flexibilidad, y yo creo que calcularon mal. Porque, por ejemplo, después de las reuniones en Doha, lo que medio se ha sabido de eso, porque en eso la oposición venezolana no participó, esas fueron unas conversaciones entre los gobiernos, esos acuerdos derivaron en un levantamiento o una excepción de las sanciones, el gobierno creo que calculó mal en el sentido de que ‘ok, me levantan las sanciones, entra un chorro de dinero al país y yo hago las elecciones lo antes posibles porque tengo plata para comprar el resultado electoral’. Y resulta que eso no funciona así, ponte tú en los zapatos del CEO, del ejecutivo, de la junta directiva de una compañía trasnacional que quiere venir a Venezuela a explotar petróleo y cuya inversión mínima está en el orden de los 6.000 y 7.000 millones de dólares, y lo que se levanta es provisionalmente es una sanción por 6 meses. En 6 meses no hay tiempo ni de invertir 6.000 millones de dólares ni de recuperarlo. Más bien es un riesgo. Entonces, resulta que ese levantamiento parcial de las sanciones no significó desde el punto de vista económico mayores ingresos para el gobierno y se encontraron con que vienen las elecciones, no tienen dinero… fíjate, en un proceso electoral, en un comportamiento atípico, llega el 1 de mayo y el gobierno ni siquiera aumentó el salario, que está congelado a nivel de miseria y de hambre. Entonces la cosa se le complica. El gobierno está desde el 22 de octubre con el resultado de la primaria. Ellos habían apostado a que esa primaria iba a ser un desastre, que no íbamos a poder votar, que la gente no iba a encontrar las mesas y que resultó todo lo contrario. Desde ese día el gobierno está como turulato y no halla qué hacer, perdió la iniciativa política, toma medidas absurdas, las echan para atrás, están totalmente desconcertados en este momento y, a dos meses de unas elecciones, en un proceso de pugna interna bestial, matándose internamente entre ellos, porque no se trata de una lucha política como la puede haber en la oposición, que bueno, zancadillas estatutarias aquí, que no le hiciste caso a una convocatoria, no, estos tipos se están metiendo presos y se están torturando unos con otros, al nivel más desastroso, a 70 días de una elección, ¿qué está pasando dentro del gobierno?, uno no sabe. Eso es una caja negra, pero las señales son terribles.

—¿María Corina Machado lo está haciendo bien?

—Me parece que lo mejor que nos ha podido pasar es la madurez que se ha demostrado. Porque uno tenía temor, vamos a decirlo claro, de que algunos sectores de la oposición venezolana, frente a la imposibilidad —que era lo que esperaba el gobierno— de que nuestra candidata fuera inscrita, entonces se llamara a la abstención. No ocurrió. María Corina luchó, por supuesto, no se logró la presión interna suficiente para que el gobierno levantara la inhabilitación de María Corina, pero ella luchó por eso. Pero cuando se dio cuenta de que el proceso electoral estaba en peligro, sustituyó su candidatura por la de Corina Yoris y después por Edmundo González y después ha hecho campaña en todo el país por Edmundo, a quién no conocen, ella lo está dando a conocer en toda Venezuela. La verdad es que no es solo ella, muchos otros lo estamos haciendo, claro, ella es la gran líder. En este momento de la oposición venezolana, no sabemos por cuánto tiempo, pero en este momento la líder de la oposición es María Corina Machado y ella asume ese papel de liderazgo sin temor, a pesar de que le han metido preso a todo su equipo de trabajo, a pesar de que la hostigan, a pesar de cosas absurdas como que cierren el hotel donde se aloja, un tipo de cosas asombrosas, la gente en el exterior a veces no la entiende.

—O de que, por ejemplo, se le vincule cada vez más con Tareck el Aissami.

—Una cosa que nadie en su sano juicio puede ni siquiera imaginar. Pero, bueno, cualquier cosa. Ahora, ¿cómo vas a parar este proceso? Ese es el problema que tiene el gobierno, el país se le está levantando, además pacíficamente, que era lo que muchos de nosotros insistimos desde el año 2020, que no podíamos dejar pasar la oportunidad de las elecciones del 2024 en cualquier circunstancia, aún en las peores, porque participar en un proceso electoral significa motivar al país, llevar el mensaje político de cambio a toda Venezuela. Lo peor que puede hacer la oposición democrática en cualquier país del mundo es abstenerse en un proceso electoral. Ah, ¿el proceso electoral está amañado? No importa, tú vas a un proceso electoral y haces lo que tienes que hacer. Y los hechos han demostrado que es así. Cuando empecé la campaña en la primaria, en enero de 2023, la gente no tenía ningún interés en nada político. Incluso, te recibía con afecto, no sentía rechazo, pero sí una gran indiferencia, pero un año después el país está absolutamente motivado, viendo una posibilidad de salir de este desastre, el chavismo haciendo agua en sus bases sociales y políticas por todas partes y ocupándose de las triquiñuelas porque, como no pueden subir ni un voto —porque hagan lo que hagan no suben en las encuestas—, están dedicados a tratar de restar los votos de la oposición. ¿Cómo restar los votos de la oposición? Promoviendo a unos candidatos chimbos, que han fracasado, utilizando al Consejo Nacional Electoral, que se ha convertido en una oficina de elecciones del PSUV para crear centros electorales, dispersar a la población opositora en centros electorales en zonas inhóspitas, confundiendo al electorado, le cambiaron el nombre a 6.000 escuelas, crearon 1.700 nuevos centros electorales de 1 y 2 mesas. Hay mesas que están ubicadas en casas de familia, una cosa que nunca se ha visto en la historia electoral venezolana. Todas esas triquiñuelas, y todo lo que he podido percibir en la calle —no soy María Corina, por supuesto, pero me reúno con los dirigentes políticos y sociales locales, los maestros y sindicatos, y estoy palpando lo que está ocurriendo—, es que en esos centros que ha creado el gobierno, muchos ubicados en sedes del CLAP, en misión vivienda, etcétera, la gente quiere votar por Edmundo. Lo que haga el chavismo le está saliendo mal, y le está saliendo mal porque son 25 años de desastres. La gente está realmente en la peor situación que ha conocido Venezuela por lo menos en los últimos 100 años.

 

 

 

 

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