El Madrid se pone en peligro por cabezón

Ante los titulares agoreros, Ancelotti ni se inmuta. Ante las dudas razonables, él pone calma. Pero ha de tener en cuenta que ha asumido en primera persona la decisión de no fichar un central, algo que el derbi exhibió que es una temeridad. Marcos Llorente mantuvo más que viva la llama de la Liga en una jugada que denunció la falta de un patriarca del área en el Madrid. Nacho no lo será nunca y la vena competitiva de Carvajal tiene un límite. La ausencia de Rüdiger desprotegió al Madrid toda la noche, desamparado en cada balón parado del Atleti y a merced del acierto rematador de los jugadores rojiblancos. La victoria la tocó con los dedos porque su rival atinó muy tarde, pero el desarrollo del partido no dejaba lugar a la duda. El Madrid ha puesto su temporada en riesgo por la cabezonería de no acudir al mercado, pese a que Carvajal lo puede casi todo ahora mismo. Él no tiene ninguna culpa.

Y eso que Ancelotti es un maestro para imponerse a las circunstancias. Ni la baja de última hora de Vinicius le rindió. Coqueteó con la posibilidad de sacar a Joselu, pero se lo pensó bien y eligió a Brahim para no modificar su sistema defensivo y explotar, al mismo tiempo, la debilidad defensiva de Riquelme. El Madrid amenazó una y otra vez por la banda derecha, al juntar en un triángulo a Lucas, Valverde y Brahim. Riquelme se vio superadísimo, demasiado retrasado como carrilero y poco ayudado por el bloque. Simeone volvió locos a sus jugadores. Empezó con 1-4-4-2, pasó luego a defensa de cinco y se terminó por corregir de nuevo con el 1-4-4-2 con Hermoso y Saúl (inexplicable que siga teniendo tanto peso en el Atleti) en la izquierda para tapar el boquete. Reaccionó, pero con marcador en contra y una empresa difícil de levantar. Al Atleti le faltó animosidad y energía, con poco juego por dentro y menos profundidad por los costados de la que debería tener. Camavinga y Kroos camparon a sus anchas y el Madrid utilizó la pelota como escudo, más todavía cuando Modric entró de buena manera al terreno de juego. El Madrid tiró de calculadora y el Atleti casi se entregó sin respuestas futbolísticas claras. Hay que ponerlo en el debe de Simeone, que sí reparó en la ventaja aérea que ha tenido en todos los derbis de la temporada. Por alto hubo un dominador claro, coyuntura que comprime la carrera por el título y enfatiza las sospechas que había con que el Madrid no fichara a nadie para la zaga.

El Madrid mueve por el otro perfil y Kroos cambia de orientación para buscar la ventaja. Lucas se abre, Brahim se mete entre central y carrilero y Valverde espera en la zona de acción adecuada. Mal despeje de Riquelme y mal posicionamiento rojiblanco.

Con información de AS USA Latino

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