Letras, derecho y política. Por José Luis Centeno

La belleza de la poesía y la realidad del derecho en la obra de un “Hacedor de lluvias”.

Mezclar la belleza de la poesía, de la prosa literaria, artística y creativa, con la cruda realidad de las leyes, del derecho, fue la orientación de Leonardo Pereira Meléndez* al escribir su libro “Corte de Apelaciones”, una obra literaria compleja y enriquecedora que combina reflexiones personales con referencias literarias, culturales y jurídicas.

En esta obra literaria el autor se presenta como un poeta apasionado y versado en la escritura, se sumerge en su musa y nos lleva a un océano de poesía, donde nos invita a perdernos en sus versos y a disfrutar de su prosa única hasta en temas densos como el sistema legal, las reformas legales y la relación entre las letras, el derecho y la política.

Uno de los aspectos más destacados de la obra es la pasión y el amor por la literatura y la cultura que se desprende de cada palabra. El autor demuestra un amplio conocimiento de la literatura y hace referencia a una serie de autores y obras importantes, igual sucede al sumergirse en materia legal, de instituciones jurídicas, del derecho penal o procesal penal.

Resalta el autor la importancia de la educación y la transmisión de conocimientos a las generaciones futuras, convencido de que el profesional del derecho debe ser un letrado, algo que evidencia en su persona al abordar varios temas con un refinado estilo poético y narrativo para transmitir ideas, emociones y contar historias.

Pereira Meléndez, crea un efecto artístico en su obra incluso cuando aborda el tema de la reforma del Código Orgánico Procesal Penal, al hacer referencia a las constantes modificaciones y cambios en el sistema legal en Venezuela, también al tratar un tema tan espinoso como la injusticia en el sistema judicial.

Así las cosas, entrelaza las letras, el derecho y la política, muestra que son áreas que están interconectadas y se influyen mutuamente. La política puede influir en la creación de leyes y regulaciones, y los abogados y periodistas pueden utilizar la literatura y la retórica para argumentar y persuadir en los tribunales. Además, las letras y la política pueden influir en la forma en que se entiende y se aplica el derecho, la justicia.

Al respecto, el autor se enfoca en reflexionar sobre la importancia de la justicia y el debido proceso en el sistema penal, así como en el papel del periodista en informar de manera objetiva. Profundiza en la relación entre la presunción de inocencia y los medios de comunicación, ergo, señala la influencia de éstos en la percepción pública de un acusado.

En su opinión, el periodista tiene el deber de informar, pero sin constituirse en juez; tiene el deber de informar, pero con objetividad, sin manipular la verdad real, sin hacer alarde de un burdo despliegue publicitario que si bien influirá en el ánimo del magistrado a la hora de decidir, no contribuye en nada en la búsqueda de la verdad y el establecimiento de ella a través de pruebas lícitas, que es, en definitiva, el fin de todo proceso penal.

En ese sentido, el autor reflexiona sobre la figura de un juez que, en 1982, condenó a pena de muerte a Wesley Cook, conocido como Mumia Abu-Jamal, un periodista y defensor de los derechos de los negros. El autor considera que esta condena fue injusta y motivada por la mentira y el poder político estadounidense.

En torno a esta temática, reitera el criterio según el cual, “es muy peligroso para los asociados el introducir el concepto de carga de la prueba en lo penal”, porque en un sistema acusatorio como el nuestro, “es mejor hablar de la presunción de inocencia, y mientras en el proceso no se demuestre la responsabilidad de la persona, ésta es inocente, sin que soporte ninguna carga, lo que no impide, y a veces con calidad de exigencia, que colabore para esclarecer los hechos”. Con ello, el autor destaca la importancia de la presunción de inocencia en el sistema penal.

En términos de crítica literaria, el libro “Corte de Apelaciones” es una muestra fascinante de prosa y verso que combina una amplia variedad de temas. El autor hace uso de un estilo narrativo único que mezcla la historia personal con reflexiones sobre la literatura, la cultura, la memoria histórica, el sistema judicial, el derecho y la justicia, para transmitir un mensaje profundo y provocador.

Pereira Meléndez utiliza un lenguaje poético y reflexivo al expresar sus ideas y emociones. Se observa el uso de metáforas, símbolos y referencias literarias, como Fausto de Johann Wolfgang von Goethe y Las Flores del mal de Charles Baudelaire, que añaden profundidad y riqueza a la obra. A través de estas figuras retóricas, el autor logra transmitir emociones y evocar imágenes vívidas en la mente del lector, transportándolo a escenarios descritos con destreza y encanto.

Los personajes presentados en la obra están bien desarrollados y resultan creíbles. Cada uno de ellos tiene sus propias motivaciones y conflictos internos, lo que les da profundidad y los hace interesantes. El autor logra transmitir las emociones y pensamientos de los personajes de manera convincente, generando empatía en el lector.

Es una obra literaria intrigante y cautivadora, de estructura sólida y bien organizada, lo que facilita la comprensión de la trama. La estructura del texto puede resultar desafiante, ya que salta de una referencia a otra en una línea narrativa clara, parte de la belleza de la obra, ya que refleja la complejidad del pensamiento humano y la multiplicidad de influencias que pueden moldear nuestra perspectiva.

Esta obra invita a reflexionar sobre la importancia de la formación integral de los profesionales del derecho, que no solo deben tener conocimientos técnicos y jurídicos, sino también una formación humanística que les permita comprender la complejidad de la sociedad y la cultura en la que se desenvuelven. La literatura y la cultura pueden ser herramientas valiosas para el desarrollo de esta formación integral, que permita a los profesionales del derecho ser letrados y no solo técnicos del derecho.

*Leonardo Pereira Meléndez es un abogado y escritor especializado en ciencias penales y criminológicas. Ha publicado varios libros en Chile, Argentina, Colombia, República Dominicana, México y Venezuela, abordando temas relacionados con el derecho penal y el derecho procesal penal. También se desempeña como profesor de pre y postgrado en varias universidades de Venezuela y ha sido reconocido por su contribución en el campo académico. Además de su trabajo en el ámbito legal, también ha incursionado en la poesía y la literatura.