Colombia advierte «desaceleración» en cultivos de coca, pese a llegar a máximo histórico

El Gobierno colombiano advirtió este lunes que se ha producido una «desaceleración» en el crecimiento en los cultivos de coca, pese a que según el último informe de la ONU en 2022 se batió por segundo año consecutivo el número de hectáreas de coca, llegando a las 230.000.

«Tener el dato de que la hoja de coca cultivada aumentó, pues quiere decir que aumentó, pero también que desaceleró», alegó el ministro de Justicia, Néstor Osuna, en la rueda de prensa de presentación en el informe anual de la Oficina de la ONU para el Crimen y del Delito (Unodc, por sus siglas en inglés).

El crecimiento en los cultivos en 2022 fue del 13 %, mientras que en 2021, cuando se registraron 204.000 hectáreas, fue del 41 %.

«Se está aplanando la curva: pasar del 41 % al 13 % es significativo», dijo Osuna, quien se mostró «preocupado» por las cifras, pero aseguró que el «aplanamiento de la tendencia» indica que las políticas del nuevo Gobierno funcionan, a pesar de que el nuevo Ejecutivo asumió en agosto de 2022.

Además, el coordinador del Sistema Integral de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI, perteneciente a la Unodc), Leonardo Correa, señaló en la presentación que el aumento de los cultivos de coca se ha concentrado sobre todo en el departamento de Putumayo, fronterizo con Perú y Ecuador.

Sube la producción de cocaína

«Si uno mira Colombia sin Putumayo, uno tendría un incremento del 3 %, es decir, una tendencia a la estabilidad», alegó Correa, que además destacó que en solo el 14 % de los territorios donde hay coca se produce el 44 % de la cocaína.

«Esto implica que estas zonas no solo tienen más hectáreas sino que las hectáreas son más productivas», destacó.

En ese sentido, el experto de la Unodc aludió a que «si bien es cierto el ritmo de resembrada en coca se redujo, también es cierto que la producción potencial de cocaína creció bastante porque los cultivos que el año pasado eran jóvenes, ya son productivos».

Esto se refleja en un incremento del 24 % la producción potencial de clorhidrato de cocaína, pues el año pasado fue de 1.738 toneladas y en 2021 había sido de 1.400 toneladas, según el informe.

Y las zonas tanto de cultivo como de producción de pasta base y de cocaína se han concentrado en las fronteras con Venezuela, Ecuador y Perú.

«Los grupos ilegales prefieren generar dinero en lugar de mantener el control territorial. Esto contribuye a que las zonas estratégicas donde los cultivos de coca se ubican sean donde se facilita la producción y tráfico, como las fronteras terrestres y marítimas de Nariño, Catatumbo y Putumayo», explicó la directora regional para la región andina y cono sur de la Unodc, Candice Welsch.

Cambio de narrativa

La presentación del informe ocurre unos días después de que Colombia haya presentado su nueva política nacional de drogas, que busca dejar de perseguir al campesino, para ofrecerle soluciones de paso a economías lícitas y centrarse en perseguir grandes organizaciones criminales.

Según las cifras del informe, el año pasado fueron incautadas 106,7 toneladas de pasta base de cocaína, lo que supuso un aumento del 20 % con respecto a las 88,6 toneladas del 2021. Para este año, el Gobierno quiere incautar 843 toneladas, lo que supondría casi el 50 % de lo producido el pasado año.

Sin embargo, las incautaciones de cocaína se ubicaron en 659,1 toneladas en 2022, una caída del 1,5 % frente al año antepasado, aunque el ministro de Justicia apuntó que están disminuyendo los cargamentos de cocaína y produciéndola desde la pasta base en los países de llegada para bajar las pérdidas.

El sábado, durante la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas, el presidente colombiano, Gustavo Petro, señaló directamente a Estados Unidos, la UE y la ONU: «Nos da miedo decir que ustedes, que tienen la mayor parte de consumidores de esas drogas, están equivocados», dijo frontalmente.

La representante de la Unodc se desligó de las críticas y aseguró que las conversaciones regionales son importantes porque el problema es mundial.

«Este es un momento muy oportuno para pensar en estrategias nuevas», expresó y subrayó que ven «con optimismo que la política de drogas del gobierno de Colombia, socializada hace dos días, contó con una construcción mucho más participativa, que acerca las perspectivas del Gobierno y la comunidad en esta materia».

En el mundo, según el Informe Mundial de Drogas de 2023, hay alrededor de 22 millones de consumidores de cocaína, y el ministro criticó que «lo que pasa es que cuando se saca los índices de consumidores no se acusa a ningún país», como si se hace con el cultivo de hoja de coca y producción de cocaína.

«Colombia, al igual que Perú y Bolivia, está en el centro de esta dinámica, pero los demás países de la región también lo están. Hace rato que la producción de cocaína dejó de ser un problema de los países donde están los principales cultivos de coca», apuntó por su parte Welsch.

Con información de EFE

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