El Pollo Carvajal en el ojo del huracan tras ser extraditado a EE.UU acusado de narcotráfico y conspiración

Es un mito. En palabras de Hugo “El Pollo” Carvajal, el Cartel de los Soles no existe. Lo aseguró a la periodista Mónica Duarte, del diario La Razón, en entrevista publicada el 7 de agosto de 2017, la única a la que accedió como diputado de la Asamblea Nacional y luego de años como hombre de extrema confianza de Hugo Chávez, en materia de inteligencia militar y espionaje.

A casi 6 años del histórico documento, Carvajal se sacude en el ojo de un tornado, tras ser extraditado por Estados Unidos desde España, a donde huyó en 2019, acusado por una corte de Nueva York de participar en conspiraciones que lo podrían llevar a prisión y ser condenado a cadena perpetua.

Uno de los temas abordados en aquella entrevista, guardó relación con el señalamiento realizado en 2014 por Mildred Camero, exdirectora de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA), quien en el libro “Chavismo, narcotráfico y militarismo”, lo mencionó como uno de los cabecillas, junto con su amigo, Diosdado Cabello, del Cartel de los Soles, organización criminal integrada por jefes militares cercanos al gobierno del presidente Nicolás Maduro.

«Quiero recordar que yo nunca tuve competencias en materia de drogas mientras me desempeñé en los trabajos de inteligencia que tuve hasta 2014 con el Gobierno. (…). Lejos de eso, de mí se han tejido demasiadas cosas malas, un monstruo y yo. Lo que puedo decir es que esas son falsas acusaciones y tendenciosas manipulaciones para señalarme”, aseguró entonces.

Sin embargo, el exconsul de Venezuela en Aruba, hoy es blanco de sendos expedientes armados por la Unidad de Investigaciones Bilaterales de la División de Operaciones Especiales de la DEA y de la División de Campo de Miami, de Homeland Security Investigations, de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EEUU, de la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia de EEUU, de la Fiscalía del Distrito Sur de Florida y de la Unidad de Fugitivos de la Policía Nacional española.

“Me mantuve mucho tiempo callado por el mismo trabajo de inteligencia que estaba haciendo, mi cargo ameritaba tener un bajo perfil. Entonces, de lo único de lo que me siento responsable es de no haber hablado antes, pero igual no podía hablar y no puedo hablar muchas cosas todavía, cosas que manejé que incumben la seguridad del Estado y son reservadas”, continuó.

Carvajal, de 63 años, nacido en Maturín, estado Monagas, egresó de la Academia Militar a principios de la década de los 80 como licenciado en Ciencias y Artes Militares. Ocupó el puesto 59 de los 72 de su promoción, bautizada en honor de Pedro Camejo, un militar conocido por su participación en la guerra independentista de Venezuela.

Fue en la Academia Militar donde se hizo amigo del expresidente Hugo Chávez Frías, quien era entonces su instructor. “Lo extraño”, reconoció en agosto de 2017.

La relación era muy buena, de trabajo, de amistad, de confianza, sobre todo de él hacía a mí. Me tenía una confianza muy grande y me defendía. Públicamente lo hizo varias veces, inclusive con esos cuentos feos. Siempre estuvo pendiente de defenderlo a uno. Sabiendo quién era Hugo Chávez, para que se atreviera a hacer eso es porque sabía. Si tuviese una duda ni se le ocurre abrir la boca para defenderte”, afirmó.

Hoy, el gobierno de Maduro pide su extradición y lo califica de “traidor” y “delincuente”. En paralelo, los sabuesos que le vienen siguiendo el rastro le dan musculo al delito de conspiración en sus pesquisas: Conspiración de narcoterrorismo y para importar cocaína a Estados Unidos, incluyendo un cargamento de 5,6 toneladas de cocaína transportado desde Venezuela a México en abril de 2006.

Además, se lo acusa de usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos en apoyo de las conspiraciones de narcoterrorismo e importación de cocaína, lo que conlleva una sentencia mínima obligatoria de 30 años y una máxima de cadena perpetua.

“Las posibles penas mínimas y máximas obligatorias en este caso han sido prescritas por el Congreso y se facilitan aquí únicamente con fines informativos, ya que cualquier condena de los acusados será determinada por el juez”, aclararon desde la Fiscalía.

En la entrevista con la periodista de La Razón, Carvajal se refirió a las supuestas acusaciones que para entonces ya hacía el gobierno de los Estados Unidos en su contra. “En tres oportunidades, en diferentes años, he solicitado que me den acceso a los señalamientos que me hacen y eso se me ha negado. Más recientemente, este mismo año (2017), estuve en la Fiscalía General de la República y a través de ellos exhorté a que pidieran información sobre mi caso, que hicieran una rogatoria a los gobiernos que me citaron, a Colombia, a Estados Unidos y que ellos me hicieran una investigación. Yo no tengo nada que ocultar ni temer, estoy abierto a lo que sea”, precisaba.

Sobre lo que fue el inicio de las sanciones del gobierno norteamericano en contra de funcionarios vinculados con la cúpula revolucionario, expresó: “Ellos no avisan, inclusive escuché a un funcionario de los Estados Unidos hablar de eso, dio los nombres y dijo que iban a investigar si esas personas tenían bienes y propiedades en los Estados Unidos. Ponen tu nombre y después investigan. Imagínate la seriedad que puede tener eso. Yo sé que eso es meramente administrativo, no tiene otro tipo de implicaciones, pero sí es una forma de ellos presionar a los demás funcionarios y a los países”.

Hoy, el gobierno de Maduro pide su extradición y lo califica de “traidor” y “delincuente”. En paralelo, los sabuesos que le vienen siguiendo el rastro le dan musculo al delito de conspiración en sus pesquisas: Conspiración de narcoterrorismo y para importar cocaína a Estados Unidos, incluyendo un cargamento de 5,6 toneladas de cocaína transportado desde Venezuela a México en abril de 2006.

Además, se lo acusa de usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos en apoyo de las conspiraciones de narcoterrorismo e importación de cocaína, lo que conlleva una sentencia mínima obligatoria de 30 años y una máxima de cadena perpetua.

“Las posibles penas mínimas y máximas obligatorias en este caso han sido prescritas por el Congreso y se facilitan aquí únicamente con fines informativos, ya que cualquier condena de los acusados será determinada por el juez”, aclararon desde la Fiscalía.

En la entrevista con la periodista de La Razón, Carvajal se refirió a las supuestas acusaciones que para entonces ya hacía el gobierno de los Estados Unidos en su contra. “En tres oportunidades, en diferentes años, he solicitado que me den acceso a los señalamientos que me hacen y eso se me ha negado.

Más recientemente, este mismo año (2017), estuve en la Fiscalía General de la República y a través de ellos exhorté a que pidieran información sobre mi caso, que hicieran una rogatoria a los gobiernos que me citaron, a Colombia, a Estados Unidos y que ellos me hicieran una investigación. Yo no tengo nada que ocultar ni temer, estoy abierto a lo que sea”, precisaba.

Sobre lo que fue el inicio de las sanciones del gobierno norteamericano en contra de funcionarios vinculados con la cúpula revolucionario, expresó: “Ellos no avisan, inclusive escuché a un funcionario de los Estados Unidos hablar de eso, dio los nombres y dijo que iban a investigar si esas personas tenían bienes y propiedades en los Estados Unidos. Ponen tu nombre y después investigan. Imagínate la seriedad que puede tener eso. Yo sé que eso es meramente administrativo, no tiene otro tipo de implicaciones, pero sí es una forma de ellos presionar a los demás funcionarios y a los países”.

«La figura que más utilizan es la de Leamsy Salazar, que no lo conozco, pero hizo un libro y de ahí se agarran los organismos para hacer señalamientos irresponsables. Dice, en ese libro, que Diosdado y mi persona estábamos en una playa embarcando un poco de droga. Nosotros mismos delante de toda la gente viéndolo, una manera de traficar bien interesante. Son cosas que yo desestimo también, a pesar del daño que puedan hacer, son cosas que no aguantan un análisis de ningún tipo. Si eso hubiese pasado, por lo menos una foto hubiese salido. Como él dijo que había mucha gente viendo, ¿dónde están los testigos?

¿Ha hecho algún tipo de denuncia sobre toda esa información que ha salido en su contra?

“No. ¿A dónde se hace una denuncia así? El principal país es Estados Unidos y ahí no hay forma que prosperen las cosas. Si no le dan respuesta a uno que lo tienen señalado, imagínate que uno vaya a denunciar algo; es muy difícil”.

 

Con información de Versión Final.

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