Muere en Maturín niño de 6 años por intoxicación con yuca amarga

Una tragedia ha golpeado a una familia tras el fallecimiento de un niño de tan solo 6 años debido a la intoxicación por consumo de yuca amarga. La madre del menor también se encuentra hospitalizada en el Hospital Central de Maturín. El padre relata que, al preparar la yuca, notó que el agua tomaba un color amarillento turbio y que la yuca no se ablandaba adecuadamente.

Este lamentable incidente ha generado preocupación y la necesidad de investigar el origen de la yuca amarga y tomar medidas para evitar futuras intoxicaciones.

Según el testimonio del padre, la yuca que consumieron era conocida como «yuca mantequilla» y la adquirieron en un camión en el Mercado. Debido a que la yuca estaba demasiado dura para su consumo, decidieron freírla en aceite caliente. Sin embargo, poco tiempo después de consumirla, tanto el niño como la madre comenzaron a presentar síntomas de intoxicación, manifestándose en erupciones en la piel y en el rostro.

El padre fue informado de la situación por una vecina y rápidamente se dirigió al hospital. Lamentablemente, el niño no sobrevivió y ahora la madre se encuentra hospitalizada y requiere tratamientos costosos.

El padre ha decidido denunciar lo sucedido ante las autoridades correspondientes, tanto el Cicpc como Polimaturín, para iniciar una investigación y encontrar a las personas responsables de la venta de este tipo de alimentos.

Este trágico incidente resalta la importancia de diferenciar entre la yuca amarga y la yuca dulce, así como de garantizar la seguridad alimentaria.

Para evitar intoxicaciones similares, es esencial seguir las siguientes recomendaciones:

  1. Conocer las diferencias: Aprender a distinguir visualmente la yuca amarga de la yuca dulce. La yuca amarga contiene un compuesto tóxico llamado ácido cianhídrico, el cual puede ser mortal si se consume en grandes cantidades.
  2. Adquirir productos de calidad: Comprar alimentos en lugares confiables y verificar su procedencia. Evitar adquirir productos de dudosa procedencia o sin la debida certificación sanitaria.
  3. Informarse sobre la preparación adecuada: Asegurarse de conocer los métodos de cocción y preparación correctos de los alimentos, especialmente en el caso de productos como la yuca amarga, que requieren un procesamiento especial para eliminar su toxicidad.
  4. Denunciar irregularidades: Si se sospecha de la venta de alimentos tóxicos o en mal estado, es fundamental denunciarlo a las autoridades competentes para que se realicen las investigaciones correspondientes y se tomen medidas adecuadas.

Es crucial tomar conciencia de los riesgos asociados a la seguridad alimentaria y trabajar en conjunto para prevenir tragedias similares en el futuro, asegurando que los alimentos que llegan a nuestras mesas sean seguros y aptos para el consumo.

 

 

Con información de El Clarín.

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